La Cámara Federal revocó el procesamiento de un joven de 18 años que publicó fotos y frases sobre drogas en su cuenta de Twitter. “La conducta imputada no es más que un propio de un adolecente que encontraba en ese sitio una forma de relacionarse con sus seguidores, expresándose con frases cuyo propósito era llamar la atención”, consignaron los jueces.
Un adolescente fue procesado por el delito de preconización o difusión pública del uso de estupefacientes en calidad de autor porque en su cuenta de Twitter “divulgaba públicamente el consumo de estupefacientes” .
Sin embargo, su defensa apeló y la Sala I de la Cámara Federal porteña revocó ese pronunciamiento y dictó su sobreseimiento, tras compartir el argumento de que la conducta imputada “no era más que un acto torpe y negligente propio de un joven de 18 años de edad carente de toda intencionalidad y voluntariedad de llevar a cabo el delito pesquisado”, ya que no estaba comprobado el dolo que exige la norma.
El Tribunal, con votos de los jueces Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, admitió que “el castigo de la preconización y la difusión pública del uso de estupefacientes, sin duda, tiene en miras prevenir la propagación del consumo de drogas en la gente. Si la causa por la cual se considera a los delitos de tráfico ilícito es el riesgo potencial para la salud pública, con igual razón el legislador estimó prudente prevenir procederes cuya incidencia puede traer aparejado el consumo”.
No obstante, aclaró que estas figuras “no admiten la forma culposa por cuanto lo que la norma sanciona es la deliberada propaganda a favor del consumo de tóxicos, y no las apreciaciones personales propias de un exabrupto momentáneo o falta de recaudo para evitar que aquellas expresiones tomen estado público”.
“De la lectura integral de los mensajes que el imputado habría plasmado en la red social Twitter no se advierte que aquellos hayan sido escritos con la finalidad que requiere el tipo penal en análisis, toda vez que se desprende que la conducta imputada no es más que un propio de un adolecente que encontraba en ese sitio una forma de relacionarse con sus seguidores, expresándose con frases cuyo propósito era llamar la atención, mas no incitar el uso de sustancias estupefacientes ni mucho menos provocar la captación de nuevos adictos a las drogas”, apuntaron los magistrados.
El joven, al presentar su descargo, apuntó que era “una persona depresiva”que encuentra en la red social “una forma de manifestar” lo que siente en el momento, ya que se trata de un espacio en el que puede escribir lo primero que se le venía a la cabeza “sin pensar”.
“Intenté quedar bien con la gente que me leía, pero jamás tuve intención de divulgar o incentivar a nadie a consumir estupefacientes, nunca pensé que mis publicaciones pudieran tener trascendencia, sólo quería expresar lo que se me venía a la mente”, indicó el imputado en su descargo.
Por ello,la Alzada descartó que el joven haya llevado a cabo esa conducta “con la intención de preconizar o difundir, a un número indeterminado de personas, el uso de sustancias estupefacientes”.