El gobierno de Santa Fe firmó un convenio con Nación por el que se compromete a implementar este sistema para prohibiciones de acercamiento decretadas por la justicia. Se intenta así coadyuvar al control de las medidas durante las 24 horas, todos los días.
El gobierno provincial, a través de los ministerios de Justicia y Derechos Humanos y de Seguridad, firmó un convenio con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación este martes en Buenos Aires a los fines de implementar dispositivos para supervisión, monitoreo y rastreo de agresores y víctimas en casos de violencia doméstica.
El sistema es dual, es decir que por un lado el agresor tiene una pulsera y un aparato que establece donde se encuentra y por donde circula; y la víctima a su vez tiene uno similar, que además cuenta con botón de pánico. Los perímetros de ambos son móviles y no pueden aproximarse ni mucho menos cruzarse. Si esto sucede, el sistema emite una alarma al centro de monitoreo, que es responsabilidad de la provincia garantizar mientras que los aparatos son provistos por el gobierno nacional. Según el convenio, que se extenderá por dos años y en cuya materia se viene trabajando desde el año pasado, se cederán hasta cien dispositivos.
El acuerdo fue firmado por los ministros de Justicia y Derechos Humanos, Ricardo Silberstein, y de Seguridad, Maximiliano Pullaro; y la subsecretaria de Acceso a la Justicia de la Nación, María Fernanda Rodríguez; en la sede del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. También estuvo presente el secretario de Gestión Pública de Santa Fe, Matías Figueroa Escauriza, ya que la ejecución del acuerdo está a cargo de la repartición que él preside.
El espacio físico para el centro de monitoreo y control ya está asignado en la ciudad de Rosario y cuenta con personal capacitado. Las autoridades apuntan a que gracias a esta nueva tecnología se pueda efectivizar el cumplimiento de medidas cautelares decretadas en toda la provincia en casos de alto riesgo de violencia de género. El control se realiza durante 24 horas, los 365 días del año, de acuerdo a protocolos de actuación preestablecidos.
El año pasado se había comenzado a trabajar en la puesta en marcha de este modelo de supervisión a partir de una prueba piloto, con cinco dispositivos que se asignaron en las ciudades de Rosario y Santa Fe. Los casos en los que se utilizarán los decidirá el Ministerio Público de la Acusación de la provincia.
Se habla de dualidad porque los aparatos tienen un mecanismo que les permite reconocerse entre sí, se georreferencian y se calibran para que se active la alarma si violan la distancia perimetral determinada por la justicia. La pulsera, colocada por personal idóneo del Ministerio de Seguridad, es resistente al agua y dispara un alerta si se intenta manipular, sacar o romper. Además, tiene un sensor biodinámico que registra la actividad corporal.
Para las víctimas, implica la posibilidad de retomar su vida y su libertad.