El juez Bonadío acusó a Alberto Padoán de integrar una asociación ilícita y de dos hechos de dádivas en calidad de autor. La mesa ejecutiva de la Bolsa de Comercio avaló un pedido de licencia de seis meses del empresario.
El presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Alberto Padoán, fue procesado ayer sin prisión preventiva por el juez Claudio Bonadio en el marco de la causa que investiga las anotaciones sobre el pago de coimas que hizo en varios cuadernos Oscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta, hombre fuerte del otrora ministro de Planificación Julio De Vido. De inmediato, el empresario que estuvo vinculado a la aceitera Vicentín anunció la apelación de la medida y pidió seis meses de licencia al frente de la institución, que una vez conocida la resolución del magistrado fue un hervidero de versiones y especulaciones.
Padoán es señalado en el expediente como la «conexión rosarina» de la causa de los cuadernos. En ese sentido, Bonadio lo acusó de integrar una asociación ilícita y de dos hechos de dádivas (en calidad de autor). Y le trabó un embargo por 4.000 millones de pesos. La causa apunta a empresarios que habrían pagado coimas para ser beneficiados con obra pública durante los gobiernos kirchneristas.
Paralelamente, fue procesado Paolo Rocca, CEO del poderoso grupo Techint y uno de los empresarios más importantes de la Argentina. En la misma resolución, Bonadio incluyó al ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina y a quien fuera su secretario privado Martín Larraburu. Ambos admitieron haber recibido dinero de la recaudación ilegal de parte de Planificación y revelaron que la plata fue utilizada en campañas electorales (ver aparte).
Según el juez, Padoán ordenó «entregas de dinero, por el Grupo Agroindustrial Vicentín, a Néstor Lazarte (el detenido ex secretario de Baratta), las cuales se llevaron a cabo en la calle Presidente Luis Sáenz Peña 1074 (Capital Federal)».
«El 16 de septiembre de 2013 se le hizo entrega (al ex secretario) de 500 mil dólares y el día 16 de junio de 2015 se le hizo entrega de un millón de dólares. En el último caso el dinero fue entregado por Lazarte a Hernán del Río en el subsuelo del Ministerio de Planificación para que por intermedio de (el detenido ex secretario privado José María) Olazagasti se le diera a De Vido», continúa la resolución.
Poco después de oficializada la decisión de Bonadio, y en medio de un previsible cimbronazo, la Bolsa de Comercio reunió a su mesa ejecutiva, marco en el cual el propio Padoán solicitó una licencia por un plazo de seis meses.
Según un comunicado difundido por la entidad, Padoán manifestó «la absoluta convicción de su inocencia y que la resolución que lo afecta es contraria a derecho, habiendo instruido a sus abogados para que interpongan recurso de apelación contra la misma».
La mesa ejecutiva de la Bolsa de Comercio consideró el pedido del empresario y dispuso otorgarle la licencia por seis meses. En base al estatuto que rige en la institución, durante ese plazo asumirá la conducción el vicepresidente 1º, Raúl Meroi.
Al mismo tiempo, el procesamiento de Padoán, según pudo saber La Capital, potenció dos posiciones puertas adentro de la Bolsa de Comercio: la de aquellos que, desde un principio, respaldaron al empresario y la de los objetores de su permanencia en el cargo luego del avance de la Justicia.
En ese sentido, algunas voces sugirieron la aplicación del artículo 18º del estatuto de la Bolsa de Comercio, que sostiene que el consejo directivo, frente a circunstancias que afecten a la institución, sus asociados o terceros, puede disponer una suspensión preventiva por tiempo indeterminado.
Una medida que, en caso de haber sido utilizada con un asociado procesado en sede penal, podrá quedar sin efecto a partir del momento en que llegue al consejo directivo la constancia de una absolución por sentencia firme. Las especulaciones sobre el futuro de Padoán también fueron in crescendo dada la inminente asamblea de fin de año de la Bolsa de Comercio, con pronóstico de intensidad.
Padoán había sido citado a indagatoria el 18 de octubre pasado pero se negó a responder preguntas y, a cambio, presentó un escrito en el que procuró tomar distancia de la investigación. Si bien en su momento el empresario admitió un vínculo con De Vido, negó la concreción de negocios con el ex funcionario.
Al igual que en agosto, cuando su nombre comenzó a circular por los medios, subrayó que dejó el directorio de Vicentín en 2010. La anotación que hizo Centeno en sus cuadernos, donde señaló la dirección que se condice con la ubicación de Vicentín, corresponde 2015, momento en que Padoán ya no dirigía la empresa.