Aire Digital tuvo acceso exclusivo a un documento reservado del Ministerio de Defensa de la Nación, donde se planifica una reformulación de los recursos del Ejército argentino, y en la que se destaca la absorción del Batallón de Ingenieros 1 y de Anfibios 121, con sede en Santo Tomé, por parte del 60, en Campo de Mayo. ¿Es ese el plan del gobierno de Macri, para el Batallón más importante que tiene el país en toda la región que llega hasta la Mesopotamia? Lo que dice el documento, y las preguntas que surgen.
Por Coni Cherep
El destacamento, que funciona en ese lugar desde hace más de 150 años y que cumple una destacada función logística para Santa Fe y toda la región, podría dejar de funcionar en el lugar – según revela el documento- en diciembre de 2019, y formaría parte de un plan de achicamiento severo de las capacidades operativas del Ejército argentino.
Sin dejar dudas, el documento despliega un conjunto de medidas que tienden a achicar los gastos de la fuerza al mínimo posible, y centraliza todas las decisiones vinculadas con la ingeniería militar en una supuesta nueva unidad, ubicada en Campo de Mayo.
El texto, que incluye también a una dependencia militar de Ingenieros de Córdoba, desarrolla un plan de tres etapas y plantea la necesidad de “conformar el apoyo general de Ingenieros a las Fuerzas Operativas bajo un comando único, con las capacidades mínimas necesaria, mediante la reestructuración y la evolución de sus organizaciones, con la finalidad de optimizar los procesos con un máximo aprovechamiento de los recursos disponibles”, tras lo que desarrolla un puntilloso plan de acciones que incluye en su punto 2), la “Incorporación de los Batallones de Ingenieros de la Guarnición Militar SANTO TOME (SANTA FE)- Batallón de Ingenieros I y Batallón de Ingenieros Anfibios 121- a la AGRUPACIÓN DE INGENIEROS 601”.
El plan- siempre según el documento- despliega tres fases de cumplimiento, con una finalización de toda la reorganización en 2023, ya se puso en marcha según el documento y en la primera etapa – que tiene un plazo de cumplimiento al 31 de marzo de 2019- sólo contempla tareas administrativas , aunque determina, en su punto “c) Movimientos de Personal Militar y Civil”, sin dar demasiadas precisiones.
En una Segunda etapa de la FASE 1, que en el texto se denomina”Transición” se estipula concretamente en el punto e) el “Cambio de dependencia de los Batallones e Ingenieros I y Anfibios 121 a la Agrupación de Ingenieros 601 a partir de la inactivación de la División de Ejército I (O1Dic19)” lo que parece estipular como fecha definitiva de cierre de las instalaciones de Santo Tomé, el 1 de diciembre del año en curso.
Sigilo absoluto oficial, sorpresa local y antecedentes que preocupan
De acuerdo a lo consignado por una fuente directa del Ministerio de Defensa de la Nación a AIRE DE SANTA FE, el documento se mantiene en estricta reserva y ninguno de los efectivos del Ejército pueden hacer declaraciones al respecto.
Sin embargo, en estricto off, una fuente del Ejército nos dice : “Ese documento forma parte de otros varios que andan circulando dentro de la Fuerza, y que responden a la reformulación de las Fuerzas Armadas que anunció el Presidente Macri recientemente. No puedo confirmar que eso esté definido políticamente, aunque no puedo desmentirlo tampoco. Si fuera cierto lo que dice el documento, estaríamos ante una decisión muy peligrosa, porque significa despojar a toda la zona del país, desde Santa Fe hasta la Mesopotamia, de una estructura elemental, no ya para la defensa del país, sino para la acción de Defensa Civil. Acabamos de verlo en la situación de la ruta 1, y los santafesinos son testigos de la importancia que tuvieron los batallones, en el trágico momento de las inundaciones del 2003”
Desde el ámbito político, la intendente de Santo Tomé, Daniela Qüesta se mostró sorprendida por la información y asegura no haber ni siquiera escuchado informalmente sobre la posible decisión del Ejecutivo Nacional. Al respecto, la funcionaria dijo que ” si fuera cierto, estaríamos ante una situación muy dificil y muy dura para nuestra ciudad. El Batallón forma parte del patrimonio cultural de la ciudad, y una decisión como esa podría provocarnos daños de todo tipo, empezando por las eventuales pérdidas de puestos de trabajo, hasta de incertidumbre por el destino de un inmueble enorme”
El fantasma del “valor del inmueble” es lo que sobrevuela en cada conversación que mantuvimos durante la redacción de esta nota: los recientes antecedentes del ejecutivo nacional de vender terrenos públicos en Santa Fe a particulares, con el único objetivo de obtener recursos económicos, pone en alerta a todos.
El terreno que ocupan ambos batallones desde hace más de 150 años, tiene una extensión de 1 kilómetro de ancho por 1,5 kilómetro de profundidad, que termina en la costas del Río Coronda. Una ubicacion y una extensión, que , de repetirse la lógica meramente recaudatoria que se aplicó en la Capital, podría conducir a un negocio mil veces millonario.
Al respecto la intendenta dijo que “esos terrenos no tienen un valor calculable, resulta imposible pensarlo, atendiendo a lo que sale el metro cuadrado en la zona”.
Finalmente consultamos al Ministro de Gobierno de la Provincia, Pablo Frias, que aseguró, también, desconocer la información, y prefirió no formular declaraciones, aunque con con un dejo de ironía, hizo una salvedad: “no sería la primera vez que se toma una decisión de este tipo en Buenos Aires y no nos informan”.
La historia del Batallón de Santo Tomé y sus servicios a Santa Fe
El Batallón de Ingenieros I, fue creado 1865, durante los comienzos de la Guerra de la Triple Alianza, y cumplirá en tres meses, 154 años años de existencia. Se trata de la más antigua y única Unidad Histórica del Arma de Ingenieros y la única del ejército con asiento en la provincia de Santa Fe.
La unidad de Ingenieros Anfibios fue creada por Superior Decreto en 1945, con el nombre de Batallón de Pontoneros de Grandes Ríos. Nueve años mas tarde, cambió su denominación por el de Batallón de Ingeniero de Grandes Ríos Mecanizados. Sin embargo en 1958, se crea la Compañía de Buzos Autónomos, convirtiéndose en la primera sede del interior del país, que formó a los primeros buzos autónomos del Ejército , por afuera de la entonces Escuela de Salvamento y Buceo de la Armada Argentina.
Luego de depender fugazmente del Centro de Instrucción de Ingenieros de Construcciones, se integra al Batallón de Ingenieros Anfibios. En 1969 cambia su designación por la de Agrupación de Ingenieros Anfibios 601. En 1986 adquiere su actual denominación, pasando a depender del Comando del II.do Cuerpo de Ejército. En 1995 se crea la Compañía de Buzos de Ejército sobre la base de la Sección Buzos Autónomos de la Compañía de Ingenieros de Asalto Anfibio. Los miembros de esta compañía utilizan una boina marrón con el emblema de los Buzos de Ejército.
El trabajo de asistencia civil del Batallón de Ingenieros resulta imposible de resumir, aunque resulta imprescindible destacar algunos hitos que se retienen en la memoria colectiva:
La participación en la recuperación de la ruta 168- entonces la única comunicación de la Provincia con el Noreste del país- durante la inundación de 1982, interrumpida por la caída de un puente, arrasado por el agua.
En 2003 trabajó incansablemente asistiendo a la comunidad en la Ciudad de Santa Fe, afectada por graves inundaciones, utilizando sus botes de asalto y vehículos anfibios ACL-5 para los rescates, traslados de personal y transporte de alimentos.
En 2007, a la altura el Kilómetro 103 de la Autopista Santa Fe- Rosario, sobre la Ruta 11, colocaron un puente Bailey que reanudó el transito interrumpido por el desborde del Arroyo Colastiné, entre Coronda y Arocena.
Durante diciembre de 2009, colaboró en la asistencia a los afectados por las inundaciones del Litoral argentino ocupándose con sus barcazas del traslado de más de 2000 cabezas de ganado desde las islas del río Paraná.
En el año 2011 la unidad ejecutó la obra de protección de toma de agua sobre el Río Colastiné en la Provincia de Santa Fe, la cual forma parte del sistema de abastecimiento a la planta potabilizadora de la ciudad capital de esa provincia.
Hace apenas unos días, y en el marco de un trabajo integral de colaboración con las cinco provincias afectadas por las lluvias, instaló y puso a disposición de Vialidad de la Provincia de Santa Fe, un puente Bailey, que permitió en apenas cuatro días, recuperar el tránsito por la Ruta P1, interrumpida por un derrumbe de una fracción de la misma, como consecuencia de la acción erosiva del agua.
Frente a la historia, frente a los últimos antecedentes de desprendimientos de inmuebles del Estado Nacional en Santa Fe, bien vale preguntarse si lo que dice el documento es cierto, y en tal caso, cumplir con la misión que tiene el periodismo de anticiparnos a los hechos, y advertir la gravedad que podría tener, una decisión de este calibre.