La firma cordobesa presentó un pedido de procedimiento de crisis. Quiere bajar sueldos y que sus 500 empleados trabajen sólo tres días por semana.
La fabricante de tractores Pauny presentó esta semana ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Córdoba, donde está radicada su planta industrial, un pedido de apertura de procedimiento preventivo de crisis, ya que busca achicar la jornada laboral de sus más de 500 empleados. La caída de las ventas de maquinaria agrícola es una realidad palpable y en este contexto las empresas nacionales buscan la manera de salir airosas de la crisis.
Pauny, que viene de parar totalmente la actividad durante enero en su planta industrial localizada en Las Varillas, ahora quiere reducir la jornada laboral a martes, miércoles y jueves y concretar una reducción de los salarios de sus empleados. Fuentes de la firma explicaron a Ámbito Financiero que la intención es sobrevivir por lo menos los próximos dos meses con esta modalidad y esperar de esta manera si se produce algún tipo de reactivación cuando comiencen a llegar los primeros ingresos de la cosecha de soja.
Pauny, como otras muchas empresas de maquinaria agrícola, está liquidando stocks desde hace varios meses para enfrentar el panorama complicado. Las ventas de maquinaria y complementos para el campo venían experimentando una fuerte recuperación desde 2016, pero desde el año pasado todo cambió: la fuerte devaluación, la reimposición de retenciones, sumada a la sequía que afectó al campo y la falta de financiación en el sector, virtualmente paralizaron las ventas.
La empresa nació tras la crisis de 2001 luego de la quiebra de la firma Zanello. Un grupo de ex empleados se hizo cargo de la operatoria, pero no funciona como cooperativa sino como sociedad anónima. Con el correr de los años logró posicionarse muy bien en el mercado local de tractores, donde tiene una participación de alrededor del 20% de las ventas.
Ahora sus actuales gerenciadores advierten que están ante una situación crítica, con ventas prácticamente nulas y el canal exportador también parado. A la par, el incremento de los costos de producción, energéticos y laborales conforman un cóctel explosivo.
La audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial para presentar el pedido formal de apertura de procedimiento preventivo de crisis está estipulada para el próximo lunes 14, pero antes internamente la empresa espera llegar a un acuerdo con sus empleados. La negociación gremial está abierta y esperan encaminar la cuestión antes del fin de semana.
Desde la empresa explican que el achique de la jornada laboral en esta instancia busca preservar la continuidad total de la empresa que hoy no muestra números en rojo. Según los registros oficiales, se mantiene al día con el pago de aportes patronales a sus empleados, lo mismo sucede con su deuda bancaria que según el BCRA, a la fecha, suma poco más de $510 millones, toda en situación uno, es decir, sin atrasos en los pagos y tampoco muestra cheques rechazados.
Así es que en los próximos días se definirá esta situación ante la encrucijada que enfrenta la mayoría de las empresas nacionales en el actual contexto de recesión.