El Acueducto Reconquista será inaugurado este viernes en la ciudad de Reconquista con la visita del gobernador. Pasaron tres gestiones para que la obra más trascendente de la historia de la región pueda dar sus primeros pasos.
El agua potable es esencial para la vida. Es el líquido mas importante de la naturaleza sin el cual no podríamos vivir. El agua potable nos ayuda a estar sanos, a hacer la digestión, mantiene la musculatura en buen estado, actúa refrigerando o calentando el cuerpo y ayuda a transportar el oxigeno entre las células de nuestro cuerpo.
Actualmente más de la mitad de la ciudadanía de Reconquista no tiene agua potable y varias de las localidades de la región están en una situación similar o incluso peor. Hasta la planificación de los acueductos pensar en este servicio para todos los habitantes del norte santafesino era simplemente un sueño.
Más de mil millones de personas en todo el mundo carecen de acceso al agua potable. 25 mil personas mueren cada día por no tener agua limpia para beber próxima a sus hogares.
La calidad de vida de la población depende del acceso a los bienes necesarios para su supervivencia. El agua potable, así como las aguas residuales, son de importancia fundamental para impedir y reducir la propagación de enfermedades relacionadas con la falta de saneamiento y la salud.
El Acueducto Reconquista es uno de los once sistemas de abastecimiento de agua potable planificado por el gobierno de la provincia de Santa Fe para dotar de agua potable de calidad a las poblaciones que presentan deficiencias en el suministro o carecen del mismo. El sistema generará una producción de 108.000 litros diarios y con una inversión que asciende a $3.468.502.233 financiados con recursos del Estado provincial y créditos internacionales, como los adquiridos por el gobierno del Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico.
El área global del sistema cubre 12.200 kilómetros cuadrados, que representa aproximadamente el 9% del territorio provincial. El acueducto alcanza a 24 localidades y parajes, beneficiando a unos 187.000 habitantes.
Hoy el 100% de la ciudad de Avellaneda tiene agua potable pero de una calidad muy inferior. La dureza, producida por el agua de napas, genera miles de pesos en cañerías y griferías obstruidas, problema que se solucionará definitivamente con este nuevo sistema.
La expectativa de todos los que viven en barrios alejados del centro de Reconquista es enorme. En muchos casos aún faltan las obras complementarias como el tendido de red de cañerías domiciliarias, pero es un trabajo de plazos cortos y que se puede hacer en pocos meses.
Ni hablar de las otras localidades que carecían del vital servicio y que hoy ven acercarse la solución definitiva.
Cuando afirmamos que se trata de la obra más importante de la historia lo hacemos en la base de que solo la pavimentación de la Ruta Nacional N° 11 en 1961 trajo tanto progreso a la región. Desde ese momento y hasta el presente no hubo una sola obra de esta magnitud, porque ni el gasoducto (otra obra fundamental) tiene el impacto en la calidad de vida de la población como poder abrir la canilla y tener agua para consumir.
Opinión editorial
Leonardo Rolón