Lifschitz, en tanto, reunirá esta noche a los 27 diputados provinciales electos para comenzar a delinear la futura estrategia frentista.
«Nuestra idea es facilitar una transición correcta, ordenada y prolija», se limitó a deslizar un alto funcionario de la Casa Gris en referencia a lo revelado ayer por La Capital respecto del pedido de conformación de una eventual mesa de transición, entre un compendio de condiciones que transmitirá a la administración provincial en los próximos días el gobernador electo Omar Perotti.
«Todavía no hay nada en firme sobre la transición, hay tiempo y no hay porqué apurarse», completó —bajo estricta reserva de fuente— otro conspicuo miembro del gabinete santafesino cuando este diario lo consultó sobre la conformación de una mesa de transición que la inminente administración peronista demandará a la actual gestión para formular, entre otros planteos, un reclamo concreto: la devolución de los 1.600 millones de pesos que la primera administración socialista de Hermes Binner recibió de su antecesor justicialista Jorge Obeid, en diciembre de 2007.
Esos fondos anticíclicos, según mensuraron los triunfadores de las elecciones del 16 de junio pasado, hoy ascenderían a 24.302.105.000 pesos. La Casa Gris parece, por ahora, estrechar filas en torno a una hermética estrategia con vistas al período de transición que se avecina.
Serán seis largos meses, tamizados por un complejo escenario electoral nacional y en los que sus principales protagonistas, Miguel Lifschitz y el propio Perotti, ya se comprometieron telefónicamente la misma noche de los comicios generales a encontrarse personalmente.
«Queremos facilitar una transición ordenada y prolija con el justicialismo, por eso no creemos conveniente empezar a discutir a través de los titulares de los diarios», consignó una de las fuentes consultadas por La Capital en el cálido mediodía del primer domingo del invierno. Dio a entender, de ese modo, que la administración socialista aguardará un planteo formal por parte de las autoridades electas antes de pronunciarse públicamente.
Aunque, a la luz de lo trascendido en las filas del perottismo, ese planteo será inminente. Al punto que ya se resolvió que el diputado provincial Roberto Mirabella, íntimo colaborador del futuro mandatario justicialista, y el ex funcionario obeidista Rubén Michlig serán representantes de la administración entrante en esa instancia mixta de seguimiento y coordinación.
Lo propio ocurrirá con otros dos legisladores provinciales del PJ: el senador Armando Traferri y el diputado Leandro Busatto.
Mientras la transición ya comenzó a despuntar, a sólo ocho días de las elecciones provinciales Lifschitz convocó para hoy a una cena, que tendrá como escenario un restaurante del coqueto bulevar Gálvez de la ciudad de Santa Fe, a los 27 legisladores electos por el Frente Progresista (FPCyS) en la Cámara baja provincial.
Son los que él mismo prohijó en la nómina que diseñó en febrero casi de puño y letra y que, a la postre, su categórico triunfo en la categoría de diputado le posibilitó contar con una estratégica mayoría parlamentaria. Y que el mandatario piensa explotar al máximo a la luz de que los guarismos de la elección, que lo convirtieron en el principal capital político del Frente Progresista.
Tropa propia
Entre típicos lisos y exquisiteces santafesinas («Será una cena de camaradería», describieron), el jefe del Ejecutivo santafesino departirá con su tropa, compuesta por actuales ministros que mudarán al palacio de la avenida General López y los nuevos diputados de su riñón y del mentado «recambio generacional» que el gobernador arrastró con sus 712 mil votos a la Cámara baja, que todos descuentan él mismo presidirá a partir del próximo período parlamentario en la provincia.
A ese cónclave asistirán los titulares de las carteras de Seguridad, Maximiliano Pullaro; de Ciencia y Tecnología, Erica Heynes; de Gobierno, Pablo Farías, y de Educación, Claudia Balagué, en su condición de flamantes diputados electos.
También estarán presentes los reelectos diputados provinciales Joaquín Blanco y Clara García, entre otros dirigentes.
El temario del encuentro: el nuevo rol frentista como principal fuerza de oposición en la provincia, agenda legislativa y, «seguramente, reforma constitucional», según presagió uno de los invitados, con buena llegada al gobernador.