Representantes del mandatario electo entregaron un detallado pedido de informes. El ministro Farías lo consideró «razonable».
La primera reunión entre gobernantes salientes y entrantes en la provincia ratificó ayer, en gestos y declaraciones, la civilidad prometida para encarar la segunda alternancia en la Casa Gris en una docena de años. En ese marco, la comitiva peronista solicitó un balance pormenorizado de la actual administración.
La primera alternancia fue de un peronista a un socialista (Jorge Obeid a Hermes Binner, en 2007). En diciembre próximo, los actores tendrán la misma pertenencia partidaria pero los atributos de mando harán el recorrido inverso. Mientras quien sale es el socialista Miguel Lifschitz, quien entra es el peronista Omar Perotti.
Los negociadores de Perotti confluyeron en el despacho del ministro de Gobierno provincial, Pablo Farías, poco después de las 10.30. Simultáneamente, difundieron un pliego de lo que llamaron «requerimiento de información».
El peronismo llegó a la Casa Gris a lavar lo que hace doce años vivieron y sintieron como una afrenta. Por entonces, Binner ordenó una auditoría sobre el estado en que Obeid dejaba las arcas públicas. Este y sus colaboradores se ofendieron porque los socialistas creyeron que mentían en las cuentas, tanto como en afirmar que dejaban una disponibilidad de 1.600 millones de pesos.
Por eso, el ministro Coordinador saliente de ese entonces y hoy miembro del grupo de comisionados por Perotti, Rubén Michlig, le dijo a Farías que pedirán a la Auditoría General de la Nación (AGN) que ausculten en detalle las cuentas socialistas.
«Me parece lógico y es una cuestión de práctica absolutamente razonable», reveló Farías tras despedir a su visita, pasadas las 13.30. Estuvo casi tres horas escuchando a Michlig, al diputado provincial Roberto Mirabella y a los senadores Alcides Calvo y Armando Traferri.
A la mesa se sumó la diputada nacional Silvina Frana, representando a María Eugenia Bielsa, y no fue de la partida su par provincial Leandro Busatto (de viaje).
Casi al mismo tiempo hicieron pública la nota con los requerimientos de información formalizados ante el ministro. «Nuestra predisposición es total a brindar la información que requieran, que está disponible, y es lógico que sea así», condescendió Farías. No dejó trascender que en el oficialismo exista inquietud o malestar por la meticulosidad de los peronistas y la difusión de sus pasos.
La ley dice que la coexistencia entre gobiernos entrante y saliente no puede extenderse más allá de los seis meses ni ser inferior a los tres. Esos plazos rigen en función del 10 de diciembre, fecha del traspaso efectivo, y esos límites quedan sujetos al arbitrio del gobernador, el encargado de fijar las fechas electorales. Lifschitz optó por el plazo más largo.
«Fue una buena reunión. Se lo vio al ministro con la actitud de responder todo lo que le estábamos pidiendo. Le entregamos un cuestionario y dependerá de las respuestas cómo sigue esto. El Ejecutivo tiene en sus manos el poner a la luz cuál es la situación económica, financiera, de obras y de distintos organismos que queremos que sigan funcionando óptimamente (Iapos y Caja de Jubilaciones, entre otros)», indicó, a su turno, Frana.
Al respecto, añadió: «Nadie quiere paralizar las obras sino terminar las que están en marcha y encarar aquellas cuyo compromiso asumió Perotti en campaña. Queremos conocer un estado de situación, a partir del cual tomaremos las decisiones cuando se empiece a gobernar».
El objetivo
Con su escrito, Perotti, quien ayer prefirió seguir desde Santa Fe la reunión de transición a almorzar con Alberto Fernández y otros gobernadores del PJ Buenos Aires (ver página 11), habría respondido al socialista de que sí sigue siendo gobernador hasta diciembre, pero que ya no le dejarán hacer nada sin consenso previo.
Lifschitz no quiere abaratar su desalojo y los peronistas no le permitirán que encarezca más de lo necesario su muy probable presidencia de la Cámara de Diputados provincial.
De todos modos, el listado dado a conocer impresiona y ese objetivo fue el buscado con su difusión. «Si sienten que no les creemos, estarán en lo cierto. Doce años atrás, no sólo no nos creyeron sino que lo dijeron con todas las letras y se ufanaron de investigarnos como si hubiéramos sido unos dilapidadores. Nunca salieron a decir que les dejamos las cuentas saneadas, como afirmamos, con dinero disponible», deslizó a La Capital un alto dirigente peronista que, pese a no ir a la Casa Gris, estuvo al pendiente de los detalles.
Respecto de la auditoría, la solicitará el propio Perotti a la AGN. El objetivo es conocer la situación administrativa, económica y financiera de la provincia y su proyección a futuro.
La futura gestión quiere saber todo lo que entra y sale de las arcas santafesinas, lo que ya se gastó y lo que se piensa gastar de lo presupuestado para 2019. Así lo advirtió, tras el encuentro, el propio Michlig: «Se vienen 15 meses de recesión y un año de caída de recaudación».