El equipo del mandatario electo se llevó la información requerida en el primer encuentro. Confirman un déficit de 10.500 millones de pesos.
Con un encuentro que se extendió más de dos horas, y ya con números sobre la mesa, se concretó ayer en la Casa Gris la segunda reunión en el marco de la transición entre los ministros de la gestión de Miguel Lifschitz y referentes del gobernador electo Omar Perotti.
«Nos vamos conformes. Tuvimos respuesta a la mayoría de las cuestiones que planteamos hace exactamente un mes. Pero, más allá de toda esa información por escrito que recibimos, conversamos sobre la situación económica financiera de Santa Fe», consignó el diputado provincial Roberto Mirabella, tras el cónclave desarrollado en el primer piso de la sede gubernamental.
El rafaelino y principal espada política de Perotti sostuvo que «el déficit asciende, en el primer semestre, a 10.500 millones de pesos, que el gobierno atribuye a la caída de la actividad económica, que impacta sobre la recaudación impositiva, a la falta de transferencia por parte del Ejecutivo provincial a la Caja de Jubilaciones, y a la quita de transferencias nacionales como el subsidio al transporte, el fondo sojero o la tarifa eléctrica social».
«Creemos que hubo una mezcla de cosas: objetivamente, una falta de transferencias (de fondos nacionales) y otras que tienen que ver con el Estado santafesino», prosiguió. No obstante, el legislador desestimó que la gestión entrante vaya a recibir una «pesada herencia».
A la ronda de masas y café servida en el despacho del ministro de Gobierno, Pablo Farías, a quien acompañó su par de Economía, Gonzalo Saglione, se sumaron los representantes designados por Perotti para negociar la transición: los diputados provinciales Leandro Busatto y Mirabella y su par nacional Silvina Frana; los senadores santafesinos Armando Traferri y Alcides Calvo y el ex ministro Coordinador Rubén Michlig, quien cumplió esa tarea durante la última gestión de Jorge Obeid.
«Planteamos (a Farías y Saglione) que no queremos confrontar con lo que nos van a dejar sino coincidir en el diagnóstico de la realidad de la provincia», agregó Mirabella. Y resaltó: «Coincidimos con esa cifra de 10.500 millones de pesos de déficit y proyectamos que podría duplicarse (en el segundo semestre hasta una cifra cercana a los 20.000 millones). También dejamos en claro que, como la responsabilidad de gobernar hasta el 10 de diciembre próximo es de la actual gestión, también les cabe la responsabilidad del déficit».
Respecto de si ese cuadro podría complicar a futuro el pago de salarios a los trabajadores del Estado, el diputado consideró que «no es una situación para alarmarse».
«Creemos que, cuando comencemos a gobernar, no se verá afectado el pago de los sueldos ni las licitaciones que ya están en marcha», completó Mirabella. No obstante, reconoció que en el campamento del futuro gobernador hay «preocupación frente a una situación compleja y difícil».
«Suponemos que en los próximos seis meses difícilmente cambie la tendencia, con lo cual se va a profundizar y uno puede suponer que el déficit puede duplicarse e, incluso, agravarse», aseveró.
Al respecto, reconoció que «el funcionamiento de la provincia se está resintiendo por la coyuntura, con una caída de los recursos corrientes, y el gasto corriente sube en mayor proporción, con lo cual hay un cuello de botella».
De la reunión, según reveló Mirabella, también surgió que la obra social Iapos y la Caja de Jubilaciones, con una pérdida mensual de 1.000 millones de pesos, «también se encuentran en una situación delicada».
A su turno, Farías resaltó: «Les proporcionamos toda la información que se nos requirió en el anterior encuentro y estuvimos conversando muy responsablemente sobre las preocupaciones lógicas que todos los que estamos en gestión tenemos en este tiempo de crisis económica que afecta al país, al que Santa Fe no escapa».
Por su parte, Saglione brindó detalles de la composición del déficit del Estado provincial, que difirió en algunos aspectos de la visión de los representantes del PJ.
«Conversamos sobre la realidad de las finanzas públicas, no sólo las de Santa Fe sino de todas las provincias. También acerca de la problemática derivada de la caída de la actividad económica y cómo es que impacta en menos recaudación, tanto de impuestos provinciales como de los recursos que los distritos recibimos a través de la coparticipación», detalló el ministro.
Saglione insistió en que «la caída de los subsidios al fondo sojero, al transporte y a la tarifa social eléctrica impactan y generan un menor ahorro corriente en el presupuesto provincial».
«De todos modos, hay que seguir marcando que Santa Fe continúa teniendo un superávit económico y un déficit fiscal final que se deriva de haber tomado la decisión de sostener la obra pública», completó el funcionario.
Saglione indicó que el déficit a tener en cuenta en el primer semestre «es de 7.000 millones de pesos, que se explica por el no ingreso del aporte al sistema previsional por parte de la Nación».
«Respecto de los 10.500 millones de pesos, sería un déficit contable en el que no se computan como recursos los que no se aplicaron en el ejercicio anterior, en el cual la provincia cerró con un superávit de más de 2.000 millones de pesos, que fueron trasladados al actual ejercicio. Aunque no fueron computados como recursos», fundamentó.
Saglione concluyó: «Ese número de 10.500 millones es artificial en ese sentido, porque tampoco se computan allí los recursos que la provincia, efectivamente, recibió en materia de financiamiento externo».