El gravísimo hecho ocurrió en el domicilio del juez que tiene custodia permanente de gendarmería y a solo tres días de haber denunciado un «mensaje mafioso» dejado sobre su escritorio.
El Juez Federal Aldo Alurralde contó que uno de los gendarmes golpeó a su puerta en la noche del sábado. Al abrir se encontró con el Cabo Carlos Jesús Condori García visiblemente alcoholizado y diciendole «Usted es mi Dios».
Inmediatamente el juez convocó al titular de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de Gendarmería Abel Gunler que al llegar se encontró con los Cabos Manuel Esteban Martínez y Carlos Jesús Condori García totalmente alcoholizados y en la cuneta, a metros de donde está la casilla de guardia, había una bolsa con botellas y cajas de vino vacías.
El superior los desarmó y los detuvo. Los llevó hasta Avellaneda para realizarle un control de alcoholemia pero se negaron y fueron desplazados inmediatamente de la fuerza. Se espera la resolución de las autoridades políticas.
En tribunales contaron que uno de ellos es soltero pero el otro está por ser padre en algunos meses y esto podría dejarlo sin sustento.