En Nueva York las acciones argentinas cayeron hasta 16,4%, los bonos derraparon 5%, el riesgo país trepó hacia los 1.900 puntos y el dólar se fortaleció en todo el mundo.
Un marcado clima negativo para los activos argentinos fue el prólogo para el debut de Hernán Lacunza al frente del Palacio de Hacienda. Pese al feriado puente en Buenos Aires, las acciones argentinas que cotizan en Nueva York se hundieron ayer hasta 16,4%, al tiempo que en Wall Street los bonos soberanos volvían a derrapar hasta 5% y el riesgo país trepaba 13% a 1.883 puntos básicos. Un escenario poco auspicioso y que muy probablemente influirá hoy en la reapertura de los mercados en la plaza local.
El escenario no es muy diferente para el dólar, que el viernes cerró en 55 pesos en el circuito mayorista, acumulando un alza de 23% en la semana. Ayer la divisa norteamericana volvió a fortalecerse en el mundo contra las principales monedas de reserva (el índice DXY cerró en 98,34) y las de los países emergentes también se vieron debilitadas. El real brasileño cayó 1,6% para quedar en 4,07 igual que la lira turca, mientras el peso mexicano perdía 0,9% y el yuan cedía 0,5% a 7,08. Otro condicionante para la reapertura en Buenos Aires.
Hoy además finaliza el plazo para que los bancos adecuen sus posiciones generales de cambio a la reducción dispuesta la semana pasada por el Banco Central, que desde el jueves los obligaba a desprenderse de unos 500 millones de dólares. Esa norma, que aumentó la oferta en la plaza cambiaria, deja de tener efecto desde hoy.
Es una incógnita qué hará el Banco Central en caso de que vuelva la volatilidad, o si sigue vigente el acuerdo con el FMI para vender hasta u$s250 millones diarios, además de los u$s60 millones diarios que ofrece por cuenta del Tesoro. Entre jueves y viernes apenas pudo la mitad, lo que lleva a pensar que el remanente podría volcarlo en los días subsiguientes.
El viernes la exportación de cereales y oleaginosas liquidó u$s 143,7 millones, cifra superior al promedio diario de 100 millones que venía volcando al mercado durante agosto, aunque el aumento se explicaría por el feriado de ayer en la plaza local.
Lo que finalmente suceda desde hoy con el cambio, parece más una cuestión de certidumbre y confianza que de factores técnicos. El índice de tipo de cambio real multilateral está 20,4% arriba del vigente a fin de 2015 y desde diciembre de 2017 la cotización del billete norteamericano subió 209% contra el peso. El comportamiento de los bonos soberanos tampoco augura un contexto favorable. Ayer en el exterior los títulos argentinos derraparon 5% en promedio.
Los rendimientos a finish volvieron a catapultarse y un Bonar 2020 (AO20), que vence en octubre del año próximo, tiene una TIR de 45%. Es casi la mitad de los valores enloquecidos del lunes posterior a las PASO, pero más del triple del 13,8% que muestran los bonos largos, como el PARA y el Centenario (AC17), que vencen en 2038 y 2117, respectivamente.
Claramente a partir de estos precios se advierte que el mercado estaría descontando una reestructuración de la deuda, sobre todo en el tramo corto de la curva. El viernes la calificadora Fitch redujo tres escalones la calificación de la deuda argentina (de “B-“ a “CCC”), para ubicarla en la misma categoría de Zambia y el Congo, bajo la denominación de “bonos basura”. El informe que acompañó a la decisión argumenta que se debe al “deterioro de las condiciones macroeconómicas” del país, y menciona el riesgo de un “default o la necesidad de alguna forma de reestructuración”.
Al mismo tiempo S&P Global redujo un peldaño su calificación a “B-“, citando como argumentos el “perfil financiero vulnerable” de la deuda y el contexto de “incertidumbre”.
En este capítulo, algunos traders sostienen que el repliegue podría potenciarse por la ejecución de garantías de los préstamos Repo que por más de u$s 10.000 millones los bancos otorgaron al Gobierno con respaldo de títulos públicos. Debido a la fuerte caída de los bonos, el viernes se habrían ejecutado garantías (el AY24 cerró 6,3% abajo) y advierten que de no mediar una refinanciación las entidades podrían verse obligadas a repetir hoy la liquidación de soberanos.
El escenario alcanza a todos los activos del país, ya que ayer en Wall Street los ADR de las acciones argentinas que cotizan en el Nasdaq se desplomaron hasta 16,4%, como es el caso de Banco Supervielle (SUPV). Los papeles de los bancos fueron los más castigados, con bajas de 15,3% para Banco Macro (BMA), y de 14,7% para Grupo Financiero Galicia (GGAL). Pero también alcanzó a los títulos de las energéticas: TGS cayó 9,8% mientras que YPF y Pampa Energía (PAM) resignaron 7,4%. El ETF ARGT, fondo de MSCI que sigue a las acciones argentinas listadas en el exterior, quedó 4,7% negativo ayer, mientras que el EEM de emergentes avanzaba 0,4%. La pérdida se dio a contramano de lo ocurrido en la Bolsa de Nueva York, donde los índices cerraron con mejoras de entre 1% (Dow) y 1,4% (Nasdaq).
La firma de asesores de inversiones Cumberland Advisors emitió un informe para sus clientes, cuyo título resume el tenor del contenido: “Cry for Argentina”. Allí sostiene que “la preocupación de los inversores es fundada. La capacidad de Argentina para cubrir sus necesidades financieras está en riesgo, ya que los inversores aparecen cada vez más reacios a comprar los bonos del país”. Remarca el salto de 63% a 74% en la tasa de las Leliq a 7 días y advierte que “el país podría tener que pedir al FMI que delante los desembolsos del stand-by programados para 2020”.