Se rompió la inercia de apoyo oficial en AEA: Rocca y Coto le quitaron dramatismo a la transición.
La reunión de la Asociación Empresaria Argentina ( AEA) rompió con la inercia que tenían los empresarios más poderosos del país y se abrió la grieta entre los temerosos por una presunta venganza que implica el retorno del peronismo al poder, con aquellos que le quitaron dramatismo a la sucesión de Mauricio Macri en la Presidencia a partir de la reinstalación de un modelo económico de desarrollo productivo.
«Vamos a trabajar muy bien. Ya van a ver que el fantasma que plantean no existe», les dijo a sus pares el dueño del Grupo Techint, Paolo Rocca, en un tono de conciliación con el kirchnerismo. La aclaración fue luego de que varios de los empresarios de AEA advirtieran -en una charla privada- sobre el temor de una avanzada en contra de la seguridad jurídica ante el retorno del peronismo al poder. Según pudo reconstruir BAE Negocios, la llegada de Alberto Fernández al poder cuenta con el visto bueno de algunas de las empresas más encumbradas.
El contexto fue la «cuarta jornada de debate de las políticas de corto y largo plazo que necesita el país» que organizó AEA en el porteño hotel Sheraton, en donde señalaron a la inflación, los impuestos y el gasto público como los procesos más complejos que deberá resolver el próximo Gobierno. Estuvo Macri como orador, pero todos coincidieron que a pesar de los aplausos, su presencia fue «decorativa».
«El gran desafío del país es el crecimiento del empleo y el tema más importante es la movilidad social», sostuvo Rocca, quien enfatizó que «el país no va a dar marcha atrás», al referirse a las próximos elecciones. La defensa cerrada fue al desarrollo de Vaca Muerta, el megaemprendimiento que revolucionó la actividad energética del país y donde el Grupo Techint tiene fuertes inversiones.
Fue contundente Cristiano Rattazzi, CEO de FCA Argentina y quien supo ser fiscal de mesa en las elecciones que llevaron a la victoria al macrismo en 2015 y 2017. «Este no es un país previsible, las cuentas de la empresas no tienen valor porque se hacen sobre la base de presuposiciones y con ajustes que finalmente luego no se concretan», afirmó y disparó: «Iban a eliminar las retenciones, ingresos brutos y el impuesto al cheque. Los tres todavía están. Hay otros impuestos como tasas municipales y provinciales que son desastrosas para la exportación», dijo Rattazzi.
El jefe del Grupo Pérez Companc, Luis Perez Companc, dijo que la Argentina es «un país espectacular, con un potencial enorme, con recursos naturales que no están siendo aprovechados», pero se quejó del estancamiento «en un círculo vicioso» que «a veces es desmotivante para uno como empresario». «Tenemos que buscar esa previsibilidad que hoy no tenemos. Como país, debemos buscar que el resto del mundo nos crea y para eso hay que fijarse en el largo plazo, establecer marcos regulatorios. En algún momento tenemos que sacar la cabeza de debajo del agua», sostuvo.
Además de Rocca, Pérez Companc y Rattazzi, estuvieron Carlos Blaquier del grupo Ledesma, Eduardo Costantini de Consultatio, Alejandro Bulgheroni de PAE, Martín Migoya de Globant, y el supermercadista Alfredo Coto, quien les dijo a sus pares, en ese apartado privado: «Tranquilos, vamos a estar bien en lo que viene».