Así lo reconocieron tanto oficialistas como opositores este mediodía en La Grieta TV.
El Concejal Gustavo López, del oficialismo, y Eduardo Paoletti, de la oposición, reconocieron que la declaración de emergencia alimentaria obligará a la Municipalidad de Reconquista a dejar de hacer obras hasta el año próximo y que solo se mantendrán en pie las que tienen financiamiento exclusivo.
Para poder atender la situación social y poder cumplir con los sueldos de los trabajadores municipales, el gobierno debió optar por «el mal menor» que es dejar de hacer obras públicas con los impuestos que pagan todos los vecinos para dedicarse exclusivamente a brindar los servicios públicos y atender a las personas que menos tienen, fundamentalmente mediante los comedores barriales.
«Hoy estamos en unas 2.800 raciones de comida por día y no nos quedan casi recursos en las partidas destinadas a cubrir esos gastos», reconoció Gustavo López quien contó que cuando él fue Secretario de Desarrollo Social (en los primeros años de la gestión Vallejos) estaba en las 1.100 raciones de comida diaria y dejó la gestión con 1.800.
También tanto oficialistas como opositores coincidieron en que la demora en la aprobación de la legislación que permite al ejecutivo tomar fondos de las obras públicas para atender a los más vulnerables fue porque el ejecutivo no había brindado toda información correspondiente al área y aún deben los datos de las deudas que hay con los proveedores.
«Está especificado que los fondos se tienen que sacar de las obras públicas por lo que no habrá más obras hasta el año que viene», reconocieron los dos concejales en el programa televisivo.