La Fiscalía aludió al informe preliminar de autopsia del cuerpo de la mujer asesinada en su casa de Regis Martinez al 3900. El imputado Santiago Daniel Fernández fue su pareja durante 20 años.
Este mediodía se conocieron los primeros detalles de la muerte de Ana María Alurralde, la mujer de 59 años que fue asesinada entre la tarde del jueves y las primeras horas del viernes de la semana pasada. Los fiscales de homicidios Ana Laura Gioria y Gonzalo Iglesias le atribuyeron la autoría del crimen a un hombre de 66 años, Santiago Daniel Fernández, pareja actual de la víctima desde hace 20 años.
La audiencia se desarrolló en la sala I del subsuelo de tribunales, con presencia de familiares de Ana María, entre ellos su hermano, el juez federal de Reconquista, Aldo Alurralde. El acto procesal fue presidido por el juez José Luis García Troiano y el imputado contó con la asistencia de la defensora pública Betina Dongo.
Relación desigual
Los fiscales destacaron durante la audiencia que el femicidio de Alurralde se produjo en un contexto de una relación desigual mediando violencia de género, y precisaron que ocurrió dentro de la vivienda que compartía con Fernández en el barrio Schneider de Santa Fe.
En esa linea, la fiscal Gioria precisó que el imputado “dio muerte de manera intencional a Ana María, con quien mantenía una relación de pareja desde hace 20 años, en un contexto de violencia de género, agrediéndola a golpes de puños y con un elemento contundente en el cráneo”.
En torno a la escena del hecho, el cuerpo de la víctima fue encontrado en un descampado en la zona norte de la capital provincial, el sábado después del mediodía, y presentaba evidentes signos de agresión.
“Pasamos el día de la madre en su velorio”
Antes de comenzar la audiencia y como habilita el código de procedimiento penal, pidió hacer uso de la palabra el hermano de la víctima quien se desempeña como magistrado federal de Reconquista. “Mi pedido se centra en el reclamo de justicia, y también de claridad en los hechos”, expresó Alurralde, quien al principio aclaró que “no vengo como funcionario, sino como hermano de la víctima”.
Luego hizo una breve referencia de su hermana y sostuvo que era una persona “dulce y buena”. “Pasamos 48 horas con expectativa, pero esa desaparición es un hecho tremendo. Me ha tocado intervenir en juicios de lesa humanidad, hablar con familiares de desaparecidos y ahora los comprendo cabalmente. No se puede elaborar un duelo, no saber dónde está, si está viva, donde llevarle una flor”, manifestó Alurralde.
Mensaje para las mujeres
El hermano de Ana María también se refirió a la situación que vivió su hermana y transmitió un mensaje para las mujeres que están en una situación similar: “muchas toleran muchas cosas de su pareja, comienzan a dejarse, a ser sumisas a la voluntad del otro, que decida con quienes se pueden encontrar y con quienes no. Cuidado, su vida corre peligro, y cuando se dan cuenta tal vez ya es tarde”, concluyó.
Seguidamente y en declaraciones vertidas a los medios de prensa presentes en el subsuelo de tribunales, el juez relató cómo era el vínculo de Ana María con el hoy imputado y principal sospechoso que tiene la causa que se tramita en la Unidad Especial de Homicidios. “Si bien nunca había realizado denuncias por hechos de violencia física, la celaba mucho”, expresó.
Una llamativa declaración
En la audiencia Fernández, se mantuvo en silencio y nada manifestó en relación al hecho atribuido. Sí lo hizo sobre su lugar de alojamiento, la Comisaría 12, y pidió ser trasladado a otra dependencia “por problemas con los otros presos”. “Vinieron dos y me amenazaron. Los policías me advirtieron que no diga que estaba preso por abuso ni por femicidio porque la iba a pasar mal así que dije que había comprado un televisor y un DVD robados y por eso me detuvieron” contó.
A modo de respuesta, el juez García Troiano le aclaró que el alojamiento de los detenidos es definido por la policía de la provincia y el servicio penitenciario, pero que iba a poner en conocimiento del Comisario lo manifestado.
Fuente: Aire de Santa Fe