Las autoridades provinciales preparan la mudanza más importante de la historia del norte santafesino. Se trata de un cambio de lugar pero fundamentalmente de calidad en la atención a los que necesitan una atención médica.
También desde la dirección del nosocomio se dijo que el hecho de la mudanza «también genera interés en nuevos profesionales que quieren venir a trabajar», es que el viejo hospital ya había agotado su vida útil hacía varios años.
El nuevo hospital comenzará a funcionar a pleno una vez que se termine de trasladar al último paciente, cerca de las 17 hs.
Los primeros en movilizarse serán los médicos que armarán un equipo «de recepción» en el Hospital Nuevo y se trasladará a los que están más graves primero para terminar con los menos grave.
«El desafío es que todos los pacientes lleguen con el mismo cuadro que tienen al momento de salir», dijo el Director del Hospital Jorge Fiant. A lo que hace referencia es a que toda movilización de un paciente crítico es peligrosa y los cuadros pueden empeorarse con el traslado, algo que esperan minimizar.
El nuevo hospital además de sumar modernidad en la aparatología también eleva el rango a «alta complejidad» por lo que serán muy pocas las patologías que aún requieran un traslado hacia el sur provincial, fundamentalmente serán las que no cuenten con profesionales especializados en la región.