El Presidente se llenó de elogios sobre su gestión y relativizó el brutal endeudamiento: «No es preocupante, el problema es que no tenemos crédito para refinanciarla», dijo.
El jefe de Estado saliente, Mauricio Macri, usó por primera vez la cadena nacional para hacer un balance de sus cuatro años de gestión, y si bien resaltó el logro de su administración que fue devolverle la credibilidad del Indec, paradógicamente dio datos parciales sobre pobreza, deuda y desempleo, y evitó referirse a numerosos indicadores que hablan de la severa crisis en la que sumió a la Argentina y que lo revela el propio organismo de estadística oficial que él ponderó.
Macri nada dijo de que recortó el presupuesto de Salud, Educación y Ciencia de forma escandalosa; de que eliminó la paritaria nacional docente, y menos del veto que hizo del protocolo para el aborto no punible, o de las amenazas a jueces como Alejo Ramos Padilla cuando afirmó meses atrás por la denuncia que lleva adelante el magistrado por escuchas ilegales del macrismo que Ramos Padilla «nos hizo varias».
El Presidente resaltó que los jubilados «hoy están mejor que en 2015» y hasta subrayó que «pagan un 30% menos por los medicamentos que las personas que tienen obras sociales» pero «se olvidó» de contar que fue su gestión la que le eliminó a los abuelos el beneficio de remedios 100% gratis o que en 2018 los jubilados perdieron 20 puntos porcentuales respecto de la inflación.
Nada dijo, además, del cambio de fórmula en el pago de los haberes de los abuelos que hizo que también perdieran frente a la inflación respecto de cuánto hubieran recibido de aumento si se conservaba el esquema de 2015.
En un mensaje emitido en cadena nacional que duró 40 minutos, el jefe de Estado remarcó, por el contrario, que en su Presidencia se sentaron las bases para «volver a crecer».
«No me voy satisfecho con el crecimiento, ni la lucha contra la pobreza. En 2015 enfrentamos una situación delicada y en dos años tuvimos éxito pero en 2018 nos pusimos en una situación frágil con la sequía y la falta de financiamiento entramos en una crisis de la que no pudimos recuperarnos», admitió.
Agregó que este año «la economía empezaba a despertarse, creció 2 por ciento en julio, pero después vinieron los resultados de las PASO y por el miedo de los argentinos que salieron a vender sus pesos y todo esto nos hizo retroceder varios casilleros».
Macri volvió a culpar al votante por el cimbronazo financiero que provocó la devaluación del 30% post elecciones internas, y nada dijo que según los datos del Indec, la economía viene cayendo hace 18 meses consecutivos de forma interanual, lo que nos mantiene en la recesión más profunda de la historia del país.
El dato de crecimiento que nombró de julio fue en realidad del 0,6% el crecimiento comparado con el mismo mes de 2018, y pese a ese optimismo, el mismo Indec resaltaba que «entre enero y julio la medición acumulaba una baja del 2,1% con respecto al mismo período de 2018».
«A pesar de estos resultados, trabajamos mucho para ordenar nuestra economía y una parte de ese camino está hecho. El próximo Gobierno se va a poder apoyar en las reformas para volver a crecer», destacó.
Hoy se conoció que en el tercer trimestre de 2019 la pobreza subió al 40,8%, es decir, más de 18 millones de argentinos están en situación de pobreza e indigencia.
En un año, según datos oficiales de SIPA, se perdieron casi 140 mil empleos del sector privado, y también este jueves el Indec informó que hace 18 meses consecutivos que cae la industria al tiempo que acumula una baja de 7,2% en lo que va del año.
A lo largo de su discurso grabado, Macri prometió para este verano «menos cortes de luz» porque, dijo, «hoy los usuarios pagan el 80% del costo de producción de la energía» cuando en 2015 eran del 15%. La cifra es correcta, pero el Presidente escondió la dura realidad de los tarifazos que impulsó: la luz subió 3000 por ciento y el gas 2500 por ciento, lo que derivó en una infinidad de comercios que debieron cerrar por facturas impagables, sumado a la inflación y a la caída del consumo, como parte de su política económica y energética.
Por otro lado, mientras los femicidios no para se suceder en la Argentina, por el subejecutamiento del presupuesto, Macri destina 7 pesos por mujer para combatir la violencia de género.
Otro dato importante que tampoco nombró Macri es su promesa incumplida, entre tantas: dijo que en su gobierno construiría 3 mil jardines, y sólo hizo 1479 salas.
¿Y el dólar?
Sobre la divisa estadounidense sí se refirió el Presidente y se encargó de hacerlo destacando que deja un dólar a un «precio razonable». El peso se devaluó en cuatro años un 545%, tal como informó este portal. Macri asumió con un dólar a $9,75 y deja su mandato a un valor que roza los $63, con el traslado a góndola que representó la feroz devaluación.
«Es cierto que no pudimos ver los frutos estos años», reconoció el mandatario saliente, quien también dijo que los salarios no acompañaron al avance de la inflación y puntualizó: «Es una gran frustración que esto sea así». Pese a ello, afirmó que su gestión deja un «dólar a precio razonable».
E insistió con lo que viene diciendo desde que perdió la elección presidencial el 27 de octubre: «Las medidas que tomamos implican condiciones indispensables para crecer». Macri hasta auguró que «el próximo gobierno las utilice».
«El mensaje que quiero darles hoy es que a pesar de estos resultados, estos años hemos trabajado mucho para mejorar nuestra economía. Y la próxima administración podrá apoyarse en las reformas realizadas para iniciar el proceso de crecimiento», lanzó.
Deuda pública
«Se ha hablado mucho del crecimiento de la deuda pública. Existe la sensación de que en 2015, el Estado no tenía deuda», empezó diciendo Macri sobre un tema clave que agravó su gestión.
Es cierto que Macri recibió deuda cuando asumió el mandato, pero el nivel de endeudamiento actual representa el 80,7% del PBI cuando en 2015 era el 52,6%, según datos del Ministerio de Hacienda, y que en valores absolutos, Cambiemos aumentó en 100 mil millones de dólares la deuda.
Para Macri, «no es un nivel preocupante». El problema -según él- «es que no tenemos crédito para refinanciarlo». Pero avisó al próximo presidente que será una «oposición constructiva» y que se compromete a hacer su «aporte en el futuro», al referirse sobre la generación de confianza a los inversores externos para conseguir el crédito que permita refinanciar el crecimiento del endeudamiento que él provocó.
En los primeros meses de 2020, hay que pagar 14 mil millones de dólares por compromisos de deuda, y el Banco Central estará dejando alrededor de 20 mil millones de reservas, según dijo esta noche Macri, aunque las estimaciones que hacen distintas consultoras sobre las reservas netas (las que se pueden utilizar para pagar intereses de deuda y capital) que heredará Alberto Fernández van de unos 10.400 a 11.500 millones de dólares.
Este dato es viejo y conocido, lo que genera alarma en la gestión que asumirá el 10 de diciembre: de dónde obtener los dólares para cumplir con la deuda de Macri.