Decenas de autos sufrieron caídas de ramas que generaron abolladuras y rayones que costarán miles de pesos en reparación.
Ante la inminencia de la tormenta muchos resguardaron sus autos bajo los árboles pensando en la posibilidad de granizo pero la decisión, en muchos casos fue equivocada, y las pérdidas se contabilizan en cientos de miles de pesos.
La destrucción generada por los vientos que azotaron al norte santafesino entre la madrugada y mañana del domingo generaron caídas de ramas, árboles destruidos, toldos de comercios destrozados, cables que quedaron tendidos en el suelo.