Milagros Antonella Pereyra, de 19 años, ingresó a los tribunales esposada y con el rostro cubierto para recibir la imputación por «homicidio calificado por el vínculo», una calificación penal que podría llevarla a la cárcel en cadena perpetua.
La mujer oriunda del barrio aborigen de San Antonio de Obligado está acusada de haber matado a su hija horas después de haber nacido, envolverla en una toalla y una frazada colocarla en una bolsa y tirarla a la basura.
Los restos ya sin vida y en estado de descomposición fueron encontrados por un jubilado el viernes 27 de diciembre en un basural que hay entre Tacuarendí y San Antonio de Obligado.
Milagros estuvo asistida por las abogadas oficiales María Noel Severo y por la defensora regional Valeria Lapizonde. En frente estaba el Fiscal Norberto Ríos quien imputó a la mujer por el «homicidio calificado por el vínculo» ya que la mujer es madre de la víctima.
El Juez Martín Gauna Chapero declaró la legalidad de la detención y abrió la Investigación Penal Preparatoria.
En la puerta de los tribunales de Las Toscas grupos feministas solicitaron la libertad de la imputada al sostener que debe ser tratada como una víctima.
La mujer no hizo declaraciones y solo se limitó a decir «yo no le hice nada a la beba».
El juez además ordenó la extracción de sangre a la mujer y a su marido para determinar científicamente el vínculo de padres e hija por el tipo de calificación penal elegida por el fiscal.
Milagros se retiró de los tribunales nuevamente esposada y en la mañana de este viernes enfrentará una nueva audiencia, en este caso de medidas cautelares, donde el Fiscal pedirá la prisión preventiva sin plazo.