La conducción, continuidad de la presidencia de Padoán, enfrenta cuestionamientos por su rol tras la caída de Vicentín.
Fuente:Por David Narciso. Pagina 12.
El viernes a la mañana la Bolsa de Comercio distribuyó en los medios de prensa dos comunicados, uno por cada encuentro que mantuvo el día anterior con el intendente Pablo Javkin y el gobernador Omar Perotti. Increíblemente en ninguno se mencionaba el default del gigante Vicentín, a pesar de que los encuentros fueron motivados por el impacto en la cadena de pagos, en empresas, comercios, las finanzas municipales y provinciales y buena parte de la economía provincial. Como si se tratara de una palabra maldita, “Vicentín” no fue escrita en ninguno de los dos comunicados.
Esa omisión tiene de trasfondo una historia muy conocida en la ciudad: el hombre fuerte de Vicentín, Alberto Padoán, fue hasta noviembre presidente de la Bolsa. Incluso su plan era ocupar una silla en la mesa ejecutiva, cargo que al final soltó. Y fue por dos motivos: por un lado su permanencia comprometería el rol institucional de la Bolsa que en este caso tiene adentro a defaulteadores y acreedores; por otro evitaba cruzarse en los pasillos de la Bolsa con las víctimas del default.
El viernes a la mañana la Bolsa de Comercio distribuyó en los medios de prensa dos comunicados, uno por cada encuentro que mantuvo el día anterior con el intendente Pablo Javkin y el gobernador Omar Perotti. Increíblemente en ninguno se mencionaba el default del gigante Vicentín, a pesar de que los encuentros fueron motivados por el impacto en la cadena de pagos, en empresas, comercios, las finanzas municipales y provinciales y buena parte de la economía provincial. Como si se tratara de una palabra maldita, “Vicentín” no fue escrita en ninguno de los dos comunicados.
Segmentación y puertos
Esa omisión tiene de trasfondo una historia muy conocida en la ciudad: el hombre fuerte de Vicentín, Alberto Padoán, fue hasta noviembre presidente de la Bolsa. Incluso su plan era ocupar una silla en la mesa ejecutiva, cargo que al final soltó. Y fue por dos motivos: por un lado su permanencia comprometería el rol institucional de la Bolsa que en este caso tiene adentro a defaulteadores y acreedores; por otro evitaba cruzarse en los pasillos de la Bolsa con las víctimas del default.
Padoán se fue, pero su fantasma se quedó. No como el Fantasma de la Ópera, errando por un amor no correspondido en las sombras del viejo teatro, sino influyendo sobre los movimientos de la comisión directiva que lo sucedió.
Tensiones internas. La tensión entre consejo directivo y socios fue en aumento desde que el 6 de diciembre Vicentín anunció su imposibilidad de enfrentar sus compromisos financieros. Muchos de esos socios están muy afectados por el corte de la cadena de pagos, pero también saben que el problema excede a sus empresas de acopio, corretaje, transporte, etc. porque daña a un entramado económico muy diverso, que va desde el carrito de choripanes hasta proveedores de servicios y logística.
Más grave aún. La caída del sexto exportador de granos y derivados a nivel país (2018) terminó por poner en jaque la confianza, que es el combustible de alta inflamabilidad que le da vida al mercado de granos. Es el mismo que usa el sistema financiero, sólo que el de granos funciona con muchas menos regulaciones.
La conducción de la Bolsa aduce que en estos casos su rol es garantizar el buen funcionamiento de su Cámara de Arbitraje, la aplicación de reglamentos, gestiones políticas y que mucho más no puede hacer.
Puertas adentro está muy extendida otra mirada. Se reclama una postura más activa, posicionamientos claros y liderazgo en la búsqueda de soluciones; que se haga escuchar en las altas esferas del poder público y privado, como tantas veces que desde el púlpito del templo de la soja argentina se escuchó sermonear contra regulaciones de mercado, medidas impositivas o ausencia de obras. Reprochan pasos timoratos, silencio y gestiones tardías y poco efectivas. Ven que tras el inesperado default de Vicentín vino el default político-institucional de la Bolsa.
El silencio oficial levanta bronca: “Nosotros tenemos el deber de informar a nuestros socios, hay muchas dudas sembradas sobre lo que va a ocurrir, no sólo con Vicentín, sino sobre lo que pasará después de esto. Así queda todo en mano de lo que digan o dejen de decir los medios de comunicación”, explicaron desde una de las entidades adherentes a la Bolsa.
Las preguntas “¿Están protegiendo a Vicentín y específicamente a Padoán?”, es una pregunta que se escucha mucho estos días entre productores, acopiadores y corredores. La desconfianza viene a cuento de tanto silencio oficial, pero también porque en la Cámara de Arbitraje de la Bolsa ya hay al menos 28 presentaciones contra Vicentín, pero ninguno pertenece a empresas de los principales directivos de la Bolsa. “¿Lo están aguantando?”, se repreguntan.
Parte de la respuesta está en la vida política de la Bolsa. El actual consejo directivo es la herencia que dejó Padoán al cumplir con los dos mandatos posibles. El sucesor, Daniel Nasini, era su vicepresidente. Y muchos de los que ocupan sillas allí tienen vínculos comerciales o políticos con él.
Padoán se los hizo sentir el 13 de diciembre, después que la Bolsa intimara a que “en 24 horas” Vicentín “informe la totalidad de las deudas vencidas”. La empresa no sólo respondió que informará cuando lo crea conveniente, sino que desconoció su potestad para sancionarla.
La saga terminó ahí. El corolario de una serie de desaciertos de los últimos años, como permitirle a Padoán el alineamiento abierto de la Bolsa con el gobierno de Cambiemos; o que resuelva su procesamiento en la causa cuadernos con 6 meses de licencia formal, para luego volver con un endeble falta de mérito, finalizar su mandato y ordenar su sucesión. Si algo no fue la presidencia Padoán es inocua.
Estado de situación
Cabe recordar que el crac de Vicentín con miles y miles de toneladas a resguardo en sus silos pero aún sin facturar (es decir que no eran propios) y otros facturados, pero no pagados.
El mayor temor del mercado es que en febrero, cuando se levante la feria judicial, Vicentín presente la convocatoria de acreedores. Ese demanda tiempos y espalda financiera que muchos eslabones de la cadena granaria no tienen, en especial los productores que entregaron su cosecha.
Las posibilidades de un acuerdo privado con ACA, principal acreedor, o la compra por parte de un competidor, se evaporan como el calor de enero, aunque no es imposible. ¿Por qué un gigante querría comprar Vicentín ahora si dentro de un mes puede hacerlo por menos dinero? Una cosa es pagar por una empresa; otra hacerlo por una deuda.
Las gestiones
Mientras el presidente de la entidad Daniel Nasini vacaciona en el exterior, el vicepresidente primero Víctor Grassi encabezó una primera reunión hace 15 días entre los socios de la Bolsa y esta semana los encuentros con el gobernador Perotti y el intendente Javkin.
De aquella primera reunión sólo se conoció la versión periodística. De las audiencias con Perotti y Javkin salieron los comunicados que omiten informar que se habló del caso Vicentín.
Con el intendente trataron cuestiones que refieren al impacto en la ciudad. El cerebro del mercado de granos funciona aquí, sus operadores tienen oficinas, hacen negocios, facturan, pagan muchos millones en concepto de Drei. Al intendente le pidieron que el Banco Municipal ponga especial cuidado en el tratamiento de los eslabones del mercado de granos que operan con la entidad.
El gobernador Perotti hizo dos preguntas a los directivos de la Bolsa. Les preguntó si se habían reunido con todos los actores afectados y cómo llegaron a esto. La segunda pregunta no sólo refería al crack de Vicentín, sino a un 2019 que también vio caer la corredora Grimaldi, el gigante BLD y Cereales del Sur.
“Se intercambiaron opiniones acerca de las dificultades de los mercados y en especial de la comercialización de granos en la provincia, enmarcado en un contexto de graves problemas macroeconómicos en el orden nacional”, resumió el comunicado de la Bolsa, en referencia a la megadevaluación, la inflación, las restricciones a las divisas extranjeras. De Vicentín nada.
Alguien dirá “tampoco la provincia hizo una comunicación oficial”. La diferencia es que representan distintas cosas. El gobernador Perotti, que está al tanto de todo junto con el ministro Costamagna, intenta gestionar en silencio y no generar falsas expectativas sobre un problema de un privado que golpea a la provincia, su economía y su gente.
Por el contrario, la Bolsa representa los intereses de toda la cadena de granos y, como se dijo, con un año donde cayeron monstruos de la talla de BLD y Vicentín, la esencia misma del mercado está en duda. De hecho habrá que ver cómo sigue la película y si las regulaciones formales del mercado siguen siendo tan liberales como hasta ahora.