La monarca lleva meses de tristeza navegando en la turbulentas aguas de la realeza británica. Es que no fue un año fácil el 2019: su marido Felipe atravesó varios problemas de salud, su hijo Andrés fue vinculado al pedófilo norteamericano Jeffrey Epstein y la pareja de Harry y Meghan Markle abandonó de manera unilateral la familia real… Episodios traumáticos para una reina apegada a los protocolos y extremadamente reservada.
Pero ayer, finalmente se firmó el acuerdo para el “megxit”, como la prensa británica llama al abandono de Harry, Meghan y el pequeño Archie de la familia real.
El “Megxit duro” anunciado el sábado por Isabel II puso fin a diez días de crisis. La reina declaró que “los duques de Sussex dejarán de utilizar su título de alteza real ya que interrumpirán sus tareas como miembros activos de la Familia Real”. Liberados de sus “obligaciones reales”, Harry, de 35 años, y Meghan, de 38, que anunciaron el 8 de enero que querían ser independientes e instalarse en América del Norte con su hijo Archie, no podrán ya “formalmente representar a la reina”.
Con el acuerdo cerrado, y con aires de alivio, Isabel reapareció hoy en público y lo hizo con un gesto significativo: se mostró con su hijo Andrés, el mismo que está acusado de abuso y en los focos mediáticos por su relación con el fallecido pedófilo Jeffrey Epstein.