Los petroleros recelan del “corte” a naftas y gasoil con etanol y biodiésel. Y avanzan en la Casa Rosada con una nueva ley de Hidrocarburos, mientras la industria basada en el agro y con epicentro en Santa Fe, reclama sin éxito porque se vence la promoción de su sector.
Fuente: El Litoral.
“Los productores de la Región Centro del país -principalmente, de Santa Fe y Córdoba- pusieron el grito en el cielo y reaccionaron”, le dijo Juan Facciano a El Litoral. El productor de biocombustibles del sur santafesino es parte de la Liga Bioenergética, un espacio público y privado que busca mantener su lugar en el mercado interno de biocombustibles.
En una puja entre los “jugadores nuevos” y el todopoderoso mundo del petróleo, que en la última semana difundió el adelanto de un informe, según el cual el costo fiscal del régimen de promoción de los biocombustibles alcanzó los U$ S 6000 millones en 15 años y hasta U$ S 4325 millones desde 2010.
En las próximas horas Alberto Fernández enviará al Congreso para su tratamiento en sesiones extraordinarias, un proyecto de ley que establece un nuevo marco normativo para hidrocarburos convencionales y no convencionales con el fin de impulsar inversiones e incrementar la producción.
Representantes de ExxonMobil, PanAmerican Energy, Tecpetrol, Shell, Chevron y Total -entre otros grandes jugadores mundiales- estuvieron con Alberto Fernández la pasada semana en la Casa Rosada. Matías Kulfas busca generar unos U$ S 40 mil millones de dólares desde Vaca Muerta en 2024; es -junto al proyecto de las mineras- un horizonte “decisivo” para la economía nacional necesitada de dólares… y para el proyecto de poder oficialista.
Pero en el camino hay una pelea por los surtidores. El corte obligatorio en la mezcla de los combustibles es del 12 % de bioetanol en naftas y del 10% con biodiésel al gasoil. Pero eso no se cumple y la regulación de precios pone en jaque a la producción agroindustrial santafesina. Es una pelea multimillonaria que se inclina desde Presidencia.
Mientras Guillermo Nielsen avanza con una norma que garantice la posición de las petroleras, la ley 26.093 de promoción de biocombustibles vence el 12 de mayo de 2021 y no hay señales de que el gobierno de Alberto Fernández vaya a contemplar la situación del sector. Otro dilema para Omar Perotti que, alineado con la Casa Rosada, vio pasar a Alberto Fernández por Santa Fe diciendo que el rol de la provincia es el de aportar a las jurisdicciones que menos tienen, en el marco de la emergencia.
Perotti, que ya tiene el problema de los reclamos del campo por el incremento de las retenciones, deberá tomar posición política respecto de la industria del biocombustible. No sólo por los 8 mil puestos de trabajo santafesinos, sino porque el biodiésel tiene su epicentro productivo en Santa Fe.