Desde el Ejecutivo afirmaron que el transporte público debe ser utilizado por personas vinculadas a actividades esenciales, mientras que el resto de los trabajadores deberá valerse de otros medios de movilidad.
Tras obtener el aval de la Casa Rosada, el gobierno provincial resolvió habilitar desde ayer el funcionamiento del comercio y otras actividades profesionales en Rosario y Santa Fe. Sin embargo, la preocupación del Ejecutivo radicaría, por estas horas, en que liberación de nuevos rubros desencadene una mayor afluencia de personas abordo del transporte urbano.
Por ello, distintos funcionarios de la Casa Gris remarcaron que los empleados incorporados a partir de las nuevas habilitaciones no tendrán permitido utilizar la flota de colectivos urbanos para acercarse a los lugares de trabajo, por lo que quedará a cuenta del empleador garantizar el arrribo de su personal.
El objetivo es, en efecto, no saturar el transporte público de pasajeros y evitar así, fuentes de contagio. La decisión administrativa firmada por el Jefe de Gabinete, publicada hoy en el Boletín Oficial, establece que los empleadores deberán garantizar la movilidad de sus empleados por fuera de la red de colectivos urbanos.
Según señalaron desde el Gobierno de la Provincia, este medio deberá estar reservado solo para los trabajadores de actividades esenciales. Bajo ningún motivo se buscará hacinar, nuevamente, a personas dentro colectivos y elevar las posibilidades de transmisión del COVID-19.
En consecuencia, quienes regresen a sus puestos de trabajo deberán valerse de bicicletas, motos, taxis, autos particulares o incluso la caminata como modalidad de traslado.