Argentina “Quiere hacer lo correcto por su propia gente” lo expresó en un seminario del Financial Times en el que aclaró que no se involucrarán en la negociación con los bonistas y que el programa firmado en 2018 sigue vigente
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, elogió con elocuencia las medidas adoptadas por el Gobierno para enfrentar la pandemia del coronavirus y reiteró que el organismo está dispuesto a apoyar al país.
En un seminario virtual organizado por el Financial Times, Georgieva afirrmó: “Ciertamente estamos muy interesados en apoyar a Argentina en su lucha contra la doble crisis; la crisis del coronavirus y el problema de la sostenibilidad de la deuda, eso es claramente bastante grave”.
Sobre la negociación con los acreedores, afirmó que “es una tradición de larga data que el FMI no sea parte de ninguna discusión al respecto, es entre Argentina y sus acreedores”.
“Lo que hemos declarado claramente es que la deuda no es sostenible. Y es de interés para todos que Argentina avance hacia la sostenibilidad de la deuda”, precisó. Esa declaración se tradujo en marzo en una nota técnica del staff del FMI sobre la sustentabilidad de la deuda argentina, que incluía tres escenarios y afirmaba que el país debería lograr una reducción de 85.000 millones de dólares en su deuda en moneda extranjera en una década.
Sin embargo, el FMI reiteró varias veces que el resultado depende del Gobierno y los bonistas y que el canje debería alcanzar el mayor grado de aceptación posible.
Respecto de la relación con el organismo, aclaró que el programa firmado en 2018 con el gobierno de Mauricio Macri sigue vigente, aunque no haya habido más desembolsos desde agosto pasado.
“En cuanto al programa que el Fondo tiene con Argentina, todavía lo tenemos en realidad, aún no se ha cancelado; en ese momento, cuando se tomó la decisión, era impulsar las perspectivas de crecimiento en Argentina”, precisó la número uno del organismo multilateral que le prestó al país 44 mil millones de dólares.
Los 13 mil millones restantes primero fueron postergados a la espera del cambio de gobierno y luego el presidente Alberto Fernández afirmó que no tenía intención de solicitarlos.
En este sentido, subrayó que “el FMI evalúa las perspectivas, teniendo en cuenta claramente que hay riesgos involucrados, pero es nuestro trabajo como prestamista de último recurso darles la oportunidad a las economías de tener éxito”.
“Y es nuestro deber para con la membresía responder a las solicitudes que trabajan con ese reconocimiento de que nosotros, como prestamista de último recurso, estamos en una posición más riesgosa”, explicó en relación al statu quo con el país.
La mayoría de los vencimientos de capital de la Argentina con el FMI vencen entre 2022 y 2023, pero el ministro Martín Guzmán solicitó que se postergaran por tres años. Esta extensión debe ser negociada a través de una reconversión del acuerdo vigente o, si el Gobierno lo pidiera, de uno de facilidades extendidas para que el país pudiera pagar en un plazo de hasta 10 años.
“Ahora estamos esperando. Y lo que veo en Argentina es en realidad un gobierno que quiere hacer lo correcto por su propia gente y por su papel en la región y la economía mundial”, destacó.