Todas las estimaciones sobre la evolución de la actividad económica, el tipo de cambio y la inflación para 2020 y 2021
El dólar oficial podría llegar hasta los $102 a fin de este año y a $140 el próximo, en una economía que caería hasta el 10,7%, el peor resultado desde 2002.
Así lo indicaron los bancos y consultoras en el informe de este mes de FocusEconomics, en el que indicaron además que la inflación puede llegar hasta el 56 por ciento pese a la fuerte parálisis económica que se registra desde marzo.
Ayer, el Ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas afirmó que en mayo ya hay síntomas claros de recuperación y la cartera económica que conduce Martín Guzmán afirma que quiere despejar el tema de la deuda para encarar los problemas económicos de manera más integral.
En promedio, bancos y consultoras prevén que la economía caiga el 6,9%, un poco más que el -6,5% pronosticado por el Gobierno, pero Invecq estiró ese derrape al -10,7%, muy cerca del 11 por ciento registrado en 2002. Luego se ubicaron el banco JP Morgan con el -9,8%, FIEL con el -9,2%, Econométrica con el 8,5%, y Eco Go -ganadora de los pronósticos del año pasado- y Abeceb con -8,3 por ciento. El número más optimista fue de Credit Suisse con el -3,7 por ciento.
Para el año próximo, creen que la recuperación rondará el 3,5 por ciento.
En cuanto al tipo de cambio, afirmaron en promedio que llegará a $86,5, pero el Citi calculó $ 102, seguido por el HSBC con $100 y Galicia con $95. En cambio, Credit pronosticó que terminará el año en 71,5. Para el año próximo el promedio es de $ 112, pero algunos creen que podría llegar a $140.
En cuanto a la inflación, el promedio es del 47%, pero el Citi se estiró hasta el 56,5%, seguido por LCG con 54,4%, Invecq 53,3% y Eco Go con el 52,5%. En cambio, Societe Generale cree que será del 38 por ciento.
Para 2021, el promedio es del 41 por ciento.
El informe subrayó que “la pandemia de coronavirus ha afectado al país en tiempos difíciles; la actividad se redujo en los primeros dos meses de este año después de caer en picada ya que la demanda interna paralizó la economía en 2019”.
“El aislamiento causó la caída de la actividad industrial y las exportaciones en marzo, mientras que la confianza del consumidor cayó más profundamente en territorio pesimista en marzo-abril”, se indicó.
Mientras tanto, “la saga de renegociación de la deuda continúa: después de que tres grandes grupos de acreedores rechazaran la propuesta inicial de reestructuración de más de USD 65 mil millones de deuda, el Gobierno extendió las negociaciones hasta 22 de mayo, el mismo día que vence un período de gracia para una deuda de USD 503 millones”. El plazo se extenderá nuevamente, aunque el país caerá técnicamente en default si no paga mañana.
“Dada la necesidad del Gobierno para cumplir con un umbral mínimo de participación necesario para una reestructuración integral, las perspectivas para llegar a un acuerdo parecen sombrías”, advirtió.
Según el informe, “la crisis de Covid-19 causará estragos en una economía argentina que ya está enferma, golpeando la demanda interna y externa”.
La decisión de “exacerbar la problemática posición fiscal del país, con un aumento del uso de déficit con financiación monetaria”.
“Si el Gobierno incumple con su deuda, probablemente se producirán turbulencias financieras y las fuentes de financiamiento se terminarán”, se aclaró.
En realidad, el Gobierno no tiene acceso al mercado voluntario desde hace más de 2 años y por eso tuvo que apelar al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero esto no significa que un default desordenado no empeore las condiciones cambiarias y financieras a nivel doméstico, como se observó en las últimas semanas.
Y si bien la inflación no aparece en el corto plazo como un problema por la parálisis económica y la profunda recesión, un escenario más complejo desde el punto de vista financiero puede ser un desafío para el nivel de reservas del Banco Central, que son el único alimento para el Tesoro Nacional.
Por otro lado, el consumo privado caería 8% este año y crecería 3,6% el próximo; la inversión fija -19,5% y 6,8%, respectivamente; la producción industrial -8,5% y 3,3%; el déficit fiscal 6,7% y 4,7%; y el desempleo 12,5% y 11,6%, cifras que reflejan la profunda crisis en la que se combinan factores locales y globales.