El gobierno de Perotti celebró que la Auditoría de la Nación confirmara las cifras que difundieron al asumir el gobierno.
El gobierno de Omar Perotti celebró este sábado casi como un triunfo el trabajo que difundió la Auditoria General de la Nación (AGN) que hizo un corte de la situación económica y financiera de la provincia al asumir el peronismo y confirmó que los socialistas dejaron un déficit cercano a los 30 mil millones.
El actual gobierno entendió que la AGN zanjó así el primer gran conflicto político entre Perotti y el socialismo, que se desató el mismo día en que el peronismo volvió al poder de la provincia luego de 12 años. En su primer discurso, el flamante gobernador acusó a la gestión de Miguel Lifschitz de haberle dejado los números en rojo con un déficit cercano a lo 30 mil millones de pesos.
Lifschitz cede y habilita una ley clave para que Perotti arranque su gobierno
Balance en mano y con un presupuesto votado a las corridas en los últimas semanas de la era socialista, el rafaelino puso toda la energía en impulsar en la Legislatura una ley de emergencia que le permitiese sanear las cuentas y reorientar partidas, objetivo que consiguió recién a principios de abril con la pandemia encima y en medio de un tenso clima político con la oposición que se negaba a reconocer los números que esgrimía Perotti.
El informe de la AGN, firmado por el radical Jesús Rodríguez, detalló los números con los cuales asumió la gestión del Gobernador Perotti con una deuda flotante de casi 15 mil millones de pesos, un déficit financiero de 8.200 millones y una caja exigua para afrontar las obligaciones más inmediatas.
Ahora, el informe de la Auditoría General de la Nación, firmado por el radical Jesús Rodríguez, detalló los números con los cuales asumió la gestión del Gobernador Perotti con una deuda flotante de casi 15 mil millones de pesos, un déficit financiero de 8.200 millones y una caja disponible exigua para afrontar las obligaciones.
«El informe que dio a conocer la AGN ratifica lo que nosotros veníamos señalando desde mediados de 2019», sostuvo a través de un comunicado, el ministro de Gestión Pública, Rubén Michlig.
«Es un déficit importante que generó un aumento de la deuda flotante y que condicionó la gestión del actual gobierno en sus inicios», alegó el funcionario y destacaron además los más de 4500 millones con contratistas de obra pública y proveedores, a los cuales se adicionan la deuda con el Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (Fuco), por 14.450 millones de pesos.
El estudio que había sido solicitado al organismo de control desde la Casa Gris amenaza con desatar una nueva contienda política entre oficialistas y opositores. La interpretación de los números, dejó abierta la chance a que ambas fuerzas políticas continúen con una discusión que comenzó a mediados del año pasado.
Según la visión del peronismo, «a diciembre la deuda flotante que se conoce -la deuda con proveedores, contratistas, municipios y comunas- alcanza los 29 mil millones de pesos. Esa es la situación real», dijo Michlig. Para Perotti la publicación de estos números deja zanjada una discusión y termina siendo el argumento que hoy podría entenderse como la justificación para la aprobación de la Ley de Necesidad.
«Hoy estamos tratando de superar esta circunstancia con un marco normativo distinto, tratando de superar el endeudamiento pero con la complejidad que también implica hoy acceder a un financiamiento», agregó Michlig. Perotti encuentra así una suerte de reivindicación -o explicación- a su decisión de demorar el cronograma de pagos a la administración pública durante el mes de enero.
Desde la vereda de enfrente, muy distinta es la posición que asumió en redes el ex gobernador socialista. A través de Twitter, Lifschitz retrucó al gobierno: «El déficit no era de 20 mil millones, como dijeron en varias oportunidades, el gobernador (Omar) Perotti o el ministro (de Economía, Walter) Agosto, sino de 8.199 millones. La deuda con proveedores no pasaba de los 4.500 millones, y en la caja había más de 4.500 millones al momento del traspaso de gestión», se explayó.
El déficit no era de 20 mil millones, como dijeron en varias oportunidades, el gobernador Perotti o el ministro (de Economía, Walter) Agosto, sino de 8.199 millones. La deuda con proveedores no pasaba de los 4.500 millones, y en la caja había más de 4.500 millones al momento del traspaso de gestión.
Para el actual presidente de la Cámara de Diputados provincial, el informe de la AGN «ratifica las cifras que dijimos una y otra vez», y aprovechó para pedirle al gobierno «que asuma la realidad y ponga de vuelta en marcha a Santa Fe».
«El informe de la AGN señala con claridad datos que hemos presentado en muchas oportunidades y que marcan la posición de una de las provincias en mejor situación económica y con menos deuda del país», interpretó el socialista.
Lifzchitz destacó que el informe señala que los casi 4500 de pesos de deuda del Estado con proveedores que señala el informe, implican apenas un 1,5% del presupuesto total de la Provincia. «Esto describe la situación de una gestión responsable y transparente que dejó una provincia en marcha, con fuerte inversión pública en un país que atravesaba una grave crisis económica, con estancamiento, inflación y caída del empleo», afirmó.
El informe de la AGN también revela que la gestión de Lifschitz fue una de las que menos deuda tomó, con apenas un 13% sobre los recursos totales, contra un 73% de la provincia de Buenos Aires, un 53% de Córdoba y un 48% de la Capital.
En el informe se describe que durante el año 2019, la Provincia alcanzó un stock de deuda de apenas 13% sobre los recursos totales, una situación mucho más holgada que provincias como Buenos Aires, (73% de deuda calculada sobre sus recursos) Córdoba (con el 53% de sus recursos comprometidos), Mendoza, (casi un 55%), y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con 48%. Por otro lado, también señala que durante 2019 la deuda flotante y con contratistas en comparación con los gastos de capital es menor a la del 2007.
Desde el Frente Progresista consideraron como trascendente el hecho de contar con números fehacientes que «confirman no solo el bajo nivel de la deuda de la Provincia», sino la cantidad de acreencias que Santa Fe tiene a su favor frente al gobierno central. Entre ellas, los fallos de la Corte Suprema, los saldos pendientes desde la ANSES y lo que le corresponde a la Provincia en materia de impuestos cobrados de manera inconstitucional.
«No escucho al gobernador hablar de eso ni del modo en que lo va a reclamar», se quejó un ex ministro socialista en diálogo con LPO. Mientras que el ex titular de Economía, Gonzalo Saglione, puntualizó que «el superávit económico ($ 16.685 millones) duplica al déficit financiero ($ 8.199 millones)» y afirmó que el socialismo «dejó 4593 millones de pesos en la caja».