Los acreedores tendrán tiempo hasta el 25 de agosto. La agroexportadora está en default desde diciembre pasado por un monto de u$s1.500 millones.
Los acreedores de Vicentin tendrán tiempo hasta el 25 de agosto para presentar sus pedidos de verificación de créditos, en el marco del concurso preventivo al que se acogió la compañía tras entrar en cesación de pagos en diciembre del año pasado. Así lo estableció la Justicia de Santa Fe donde se tramita el concurso de la agroexportadora.
El Juzgado de Primera Instancia Civil y Comercial de la Segunda Denominación de localidad santafesina de Reconquista aprobó que los acreedores puedan realizar los pedidos de verificación de manera no presencial. Fue a pedido de los acreedores frente a la pandemia de coronavirus, ya que se encuentran desperdigados por gran parte del territorio nacional y no pueden trasladarse. Por eso, podrán realizar sus pedidos a través de las “Verificaciones No Presenciales” (VPN). A partir de la fijación de la fecha límite para los pedidos de verificación de créditos ante la sindicatura, la Justicia estableció que tendrá tiempo hasta el 13 de noviembre de este año para presentar los informes individuales y hasta el 16 de marzo de 2021 para el informe general.
De esta manera, los más de 2.600 acreedores de Vicentin que no recibieron por parte de la empresa pago alguno por sus prestaciones podrán pedir la verificación de la deuda que Vicentín mantiene con ellos, calculada en 1.500 millones de dólares.
A finales del año pasado, la firma suspendió el pago a sus proveedores de granos, por un monto calculado en ese momento de 350 millones de dólares, argumentando situación de “estrés financiero”.
El 11 de febrero, la empresa, al no poder realizar acuerdos extrajudiciales con sus proveedores, solicitó a la Justicia santafesina ingresar en un concurso preventivo, el cual fue aceptado el 6 de marzo.
Allí, el juez fijó el 11 de marzo como fecha de audiencia de sorteo de la sindicatura; el 9 de junio como límite para la verificación de créditos; y ordenó la inhibición general de bienes de la agroexportadora, como lo establece la Ley de Quiebras y Concursos (LQC).
En tanto, Vicentin sigue acumulando ofertas de compra. Al interés de la multinacional Glencore se sumó el grupo inversor CarVal, que tiene detrás al exministro menemista José Luis Manzano y en paralelo apareció un reconocido empresario del agro argentino, Ciro Echesortu, ex CEO de Dreyfus, quien inició conversaciones con un grupo de acreedores de la firma para presentar una oferta de compra y hasta un plan para reactivar su operatoria en el corto plazo.