Adelantó que presentará demandas civiles y penales en distintos tribunales locales e internacionales
El periodista Luis Majul denunció una campaña de desprestigio e informó que presentará demandas penales y civiles en tribunales locales e internacionales contra personas que idearon una “campaña de demolición” en su contra. “Las demandas son contra quienes me vienen acusando falsamente y acosando de manera virtual y también física”, planteó el conductor de televisión y radio.
En su programa que se emite por el canal LN+, Majul leyó una carta donde precisó detalles sobre los ataques que sufrió en las últimas semanas. Adelantó además que enviará copias del texto y de las denuncias presentadas al presidente Alberto Fernández, a la vicepresidenta Cristina Kirchner, al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, al intendente de Merlo, Gustavo Menéndez y a diferentes foros y organizaciones vinculadas a la actividad periodística.
Según relató, la campaña de desprestigio se inició hace 20 días, la misma semana en que Cristina Kirchner “subió dos videos acusando a periodistas y miembros de la Corte de integrar una asociación ilícita”. “No ofreció ninguna prueba, no hizo ninguna presentación judicial”, analizó.
Majul reveló que cuatro días después, el viernes 12 de junio a las 22:08, recibió en su teléfono celular una imagen intimidatoria. El remitente era un número desde el que ya lo habían amenazado hace dos años. El domingo 14 de junio presentó la denuncia penal por este hecho. “El mismo domingo informé al Presidente y a la Vicepresidenta, a través de sus voceros”, precisó.
En el escrito, el periodista aseguró que pudo determinar a nombre de quién está registrada la línea telefónica desde la cual lo amenazaron. Dijo que está a nombre de un pariente directo de Ernesto Clarens.
“Clarens es un corrupto confeso. Fue uno de los arrepentidos en la Causa de los Cuadernos. Admitió haber cobrado coimas que pagaban los empresarios de la obra pública”, recordó el comunicador.
El conductor de La Cornisa aseguró que los ataques continuaron el lunes 15 de junio, a las 23:55, cuando un grupo de personas empezó a publicar mensajes con un hastag con alusiones personales ofensivas. Esas cuentas ya fueron identificadas y serán denunciadas ante la Justicia, adelantó.
Diez días más tarde, el diputado del Frente de Todos Rodolfo Tailhade, posteó la frase “hiciste mucho daño y ahora llegó el momento que pagues” junto a imágenes del periodista. “Ya presentamos una denuncia por amenazas, dudo que sus fueros le sirvan para esto”, evaluó Majul.
El miércoles 17 de junio sufrió un ataque en la vía pública. Señaló por ese hecho a “un militante kirchnerista que tiene una causa por amenazas y cobra un sueldo de la municipalidad de Merlo”. “No hace preguntas. Grita acusaciones. No mantiene la distancia social. Después sube el video del acoso a las redes”, informó.
Finalmente, el periodista recordó que el 23 de junio Daniel Llermanos, abogado de Hugo y Pablo Moyano, lo acusó de integrar una red de espionaje ilegal. “Es mentira. Un verdadero delirio. En un país normal, ni siquiera haría falta aclararlo”, contestó.
“Llermanos ya había intentado, el año pasado, ante la justicia federal, acusarme de lo mismo. Pretende inventar un delito que no existe Código Penal: el de recibir información y publicarla. Los tres periodistas que fuimos acusados de lo mismo fuimos sobreseídos, en segunda instancia, en septiembre del año pasado. La sentencia demuestra que Llermanos no tiene la más mínima idea del derecho. Perdón por insistir en lo que es obvio: la Constitución nos permite a los periodistas buscar información y publicarla. También nos obliga a comparecer ante la justicia en el caso de que los datos sean falsos”, reflexionó.
Y completó: “Soy periodista desde hace más de cuarenta años. Soy autor una docena de libros de investigación. Jamás fue condenado por haber publicado datos falsos. Pretenden demolernos. No hacen más que hacernos más fuertes. Repasemos mentalmente la estrategia de demolición. Quiénes son sus autores. Preguntémonos qué quieren. Venganza e impunidad. Hacer desaparecer las graves causas de corrupción que pesan contra ellos. Silenciarnos”.