Por el femicidio ocurrido en Reconquista el fin de semana pasado la Agencia de Inteligencia Criminal arrestó a siete hombres, dos de ellos menores de edad y cinco mayores. Todos eran amigos y varios tienen antecedentes por robo
El sábado pasado, Rocio Magalí Vera, de 14 años, fue con su novio desde la casa de su madre a lo de su papá en el barrio Carmen Luisa, en la ciudad santafesina de Reconquista. El chico se fue y Rocío se quedó. Poco después tocó la puerta E.G, de 17 años, amigo de su novio y de ella. Charlaron un rato y él la invitó a su casa, ubicada cerca de allí. Quizá en un principio Rocío dudó, pero al final se decidió y lo acompañó. Se conocían.
Horas más tarde hallaron su cuerpo en un baldío a pocos metros del domicilio de E.G. Estaba semidesnudo y tenía signos de violencia: la ropa en la zona del torso estaba enrollada como posible consecuencia de haber sido arrastrada. A la menor de apenas 14 años la habían violado en grupo y después asesinado, según determinaría luego la Justicia, en la casa de E.G: estaba embarazada de dos meses.
Según fuentes del caso, la violaron en reiteradas oportunidades, luego la mataron porque la menor se negaba a seguir siendo abusada y una vez muerta de dos golpes en la cabeza la arrastraron hasta el terreno baldío.
Hoy la causa tramita en dos expedientes distintos, unidos entre sí. Por el femicidio, la Justicia imputó a siete hombres. Tres de ellos son menores de edad y el resto mayores con antecedentes de robo, con un caso a cargo del fiscal Aldo Gerosa. Todos los acusados se conocen entre sí. La historia entre ellos es de larga data.
Oriundos de Reconquista, solían ser un grupo de amigos que se reunía en la casa de E.G. Los investigadores primero arrestaron al menor como el principal sospechoso ya que el cuerpo había sido encontrado cerca de su casa. Luego, E.G empezó a hablar. En su declaración, el menor involucró a un joven de su misma edad, L.V, y a otros cinco adultos más, uno por uno, con nombre y apellidos. En las últimas horas, todos ellos fueron capturados.
Los mayores fueron identificados como Pascual Fagundez, de 20 años, Leonardo Godoy de 29, Juan Daniel Godoy, de 31, -estos dos son hermanos del menor dueño de la casa-, Braian Altamirano, de 20, y Luis Quintana, de 29.
El grupo, según indicaron fuentes del caso, se formó a fuerza de salir a robar casas de los barrios aledaños. Todos los mayores cuentan con antecedentes. Según un investigador del caso, era su oficio. Y la casa de E.G solía ser su punto de encuentro.
E.G vive en una zona rural, con algunas casas vecinas. El frente de su precaria vivienda, conocida como “Santa Luisa”, aún está sin revocar, no tiene ventanas, ni ninguna protección. Según confiaron fuentes judiciales, el grupo de amigos se juntaba en ese “rancho” a pasar el tiempo. Armaban una fogata en el patio y se sentaban alrededor a beber alcohol, jalar pegamento y aspirar cocaína.
De los pocos vecinos que tenía, varios lo habían denunciado por ruidos molestos. Además, según dijeron fuentes judiciales santafesinas a este medio, los acusaban de vender drogas en esa casa. Sus propios vecinos se encargaron de exponerlos en redes sociales tras su arresto a cargo de la Agencia de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad
Así, en la noche del sábado, Rocío llegó a la casa de E.G y se encontró con ese tétrico escenario. Pocas horas después, la violaron, la asesinaron de dos golpes en la cabeza y la llevaron hasta un terreno baldío. Mientras tanto, su madre comenzaba a preguntarse dónde estaba.
El domingo a las 21 horas, la madre realizó la denuncia por su desaparición y el lunes por la mañana, Rocío fue encontrada muerta tras un día de búsqueda por su hermano que participó de los rastrillajes.
Una vez que E.G declaró y confesó el crimen, la causa se partió en dos, con el fiscal Aldo Gerosa a cargo de investigar a los mayores. Así, esta mañana Gerosa habló a medios locales en una conferencia junto a los padres de Rocío.
”En principio se puede afirmar que el ataque a Rocío se debe a su negativa a mantener relaciones sexuales con uno o varios presentes en el lugar, lo que llevó a su muerte”, aseguró. La violación en sí fue consumada. Los cinco detenidos no solo fueron imputados por el femicidio con diversos agravantes y el abuso: también fueron acusados del aborto a Rocío, la muerte del bebé que esperaba.
Gerosa detalló los resultados de la autopsia: “La causa de la muerte fue por fracturas de cráneo y edema cerebral”, apuntó, con una fractura en un maxilar y otra en el hueso frontal. “En el principio hubo ataque sexual de todos los intervinientes y se tomaron muestras de fluidos para cotejos de ADN”, continuó. Es decir, los siete detenidos la habrían violado. “Se comprobó el abuso sexual en vida”, continuó.
Se encontraron también marcas de arrastre post-mortem, lo que se agrega a lo observado en el cuerpo. Los fluidos encontrados dentro del cuerpo serán cotejados mediante pericias. Rocío tenía un novio, que reconoce la paternidad del bebé.
Para los mayores de edad la audiencia imputativa se espera este viernes. Más allanamientos podrán producirse en las próximas horas.