Los actuales integrantes ya anticiparon su decisión de dar un paso al costado, lo que podría ocurrir antes o después de un pronunciamiento del juez. Los principales acreedores solicitaron una auditoria forense sobre todas las firmas del grupo
Tras atravesar el duelo que significó la repentina muerte de uno de sus máximos referentes, la agroexportadora Vicentín enfrentará durante las próximas semanas una serie de hitos clave en lo que respecta a su futuro. No solo porque está por culminar una etapa fundamental del concurso preventivo (la verificación de créditos), sino también porque el actual directorio tiene los días contados. Diversas fuentes consultadas por este medio confirmaron que durante la próxima asamblea de accionistas habrá un recambio en el management de la empresa, lo que podrá ocurrir antes o después de la decisión del juez Fabián Lorenzini sobre el pedido de intervención por parte del gobierno santafesino.
Si bien las conversaciones formales entre el Ejecutivo provincial y la compañía llegaron a un punto muerto, las intenciones de la Casa Gris para correr al directorio aún siguen firmes. Desde el entorno del gobernador Omar Perotti explicaron que por estos días, los técnicos de la Inspección General de Personas Jurídicas (IGPJ) se encuentran terminando de producir las pruebas vinculadas a la presentación inicial, aquella en la que denunciaron vaciamiento patrimonial por parte de los dueños de Vicentín.”Se lo vamos a presentar al juez en breve”, indicaron.
Es probable que el escrito del gobierno ingrese en paralelo con el cierre de la actual etapa concursal. El próximo martes 25 finaliza el proceso de verificación de créditos -que por primera vez se hizo tanto en forma presencial como virtual-, que determinará cabalmente cuál es el pasivo de la empresa. Según anticiparon desde la Sindicatura, al menos hasta ahora los registros contables de Vicentín están en sintonía plena con lo reclamado por los acreedores, salvo excepciones menores. Los grandes damnificados por la cesación de pagos ya se presentaron en el expediente. Los tres síndicos tendrán luego tiempo hasta el 13 de noviembre para presentar los informes individuales.
Más ojos sobre Vicentin
En su última resolución, Lorenzini dispuso la designación de dos veedores para monitorear la situación financiera y económica de la agroexportadora. Entendió el magistrado que existe una inmensa cantidad de información que “amerita la actuación de expertos que puedan brindarnos adecuados elementos de discernimiento”. El juez esperará el veredicto de ellos para tomar una serie de decisiones que generarían, en caso de darles curso, un giro de 180 grados en la historia de la tradicional empresa santafesina. De confirmarse algunas sospechas que ya se han vertido en el expediente, Lorenzini podría determinar correr al directorio e incluso integrar en el concurso a todas las empresas del grupo -hoy solo está en convocatoria Vicentín SAIC.
El juez sigue eligiendo no brindar declaraciones, por lo que es difícil arriesgar qué posición tomará, pero tendrá menos margen de acción si aquellos que él pidió designar (los veedores) terminan informándole aquello que vienen denunciando varios desde diciembre: que hubo maniobras para vaciar la sociedad, lo que podría ser causal de un pedido de quiebra fraudulenta. Todas las señales parecen indicarlo. Una muy clara es la reciente solicitud de auditoría forense por parte de los principales acreedores (miembros del comité de control de la convocatoria), quienes no dudaron en calificar como “genéricas y vagas” las explicaciones de los dueños de la concursada.
“Las conclusiones (…) servirán de apoyo también a una decisión si corresponde o no el desplazamiento íntegro del directorio de Vicentin”, afirma el escrito presentado por ACA, el Banco Nación y los bancos extranjeros IFC y FMO. No es un pedido más en el marco de la causa: se trata de un proceso que involucra conocimientos criminalísticos, contables, jurídicos, procesales y financieros que generalmente se utiliza en casos de fraude.
En la solicitud las empresas proponen la contratación de dos firmas para realizar la labor: el estudio porteño Arnaud Iribarne y Asociados y la internacional Deloitte. Asimismo, explicitan un plan de trabajo con varios ejes, entre los cuales incluyen un análisis exhaustivo sobre el grupo económico, los flujos de caja y las operaciones de exportaciones, entre otros. También piden ir un paso más: solicitan levantar el régimen de confidencialidad y acceder a los correos electrónicos históricos de los directores y funcionarios de Vicentín.
Estas mismas firmas son las que deben proponer los veedores. Desde ese órgano adelantaron que entre los informes se plantearán dos puntos que ya fueron oportunamente denunciados por otros actores: la existencia de un conjunto económico (lo que generaría que todas las empresas del grupo formen parte de la causa judicial) y la configuración de la figura de “Confusión Patrimonial”, que sucede cuando una sociedad hace una gestión promiscua de sus activos.
Recambio
Amén de lo que suceda en la causa judicial, los actuales directores de Vicentín ya adelantaron al resto de los accionistas que darán un paso al costado, con miras a intentar mostrar una vuelta de página que consiga ganar algunas adhesiones en el mercado. La versión fue confirmada desde diversas fuentes, tanto internas como externas de la empresa.
La renuncia se hará efectiva en la próxima asamblea, donde también se tratará el balance 2019 (vale recordar que en una resolución fechada el 23 de julio, Lorenzini otorgó 40 días hábiles judiciales para presentarlo, plazo que vence el próximo 16 de septiembre). En esa misma jornada, los 109 accionistas de la agroexportadora elegirán a los nuevos integrantes del directorio.
“Eso fue un compromiso que Vicentin asumió en el marco de las negociaciones con el gobierno provincial y que va a sostener más allá de cómo terminaron”, confió una fuente con acceso al directorio, que sostuvo que hay gestiones para traer un ejecutivo externo a las tradicionales familias para refrescar el management. Otra, que ingresa semanalmente a las oficinas de Avellaneda, contó que existen conversaciones para convencer a algún integrante de la “vieja guardia”: son diversos los nombres en danza, pero desde varios frentes se apuraron en aclarar que entre ellos no figura el de Alberto Padoán.
Como sea, las próximas semanas serán claves para el futuro de una de las principales empresas argentinas, que ya lleva casi nueve meses de una crisis que, por ahora, sigue sin solución a la vista.
Fuente – www.ellitoral.com