Santa Fe, de “Cuna de la Constitución” a “Tumba de la educación”

Nota de Opinión

Texto, autor: *Leonardo Fain.

Con esa maravillosa expresión que remite a la historia, vienen encabezados los comunicados y circulares ministeriales en esta provincia. La provincia de Santa Fe es la cuna de la Constitución, porque allí se discutió, redactó y aprobó la carta magna que rige a este país. Es un orgullo decirlo. Y con esas palabras arranca también la resolución 223 del ministerio de educación santafesino, que se puede leer aquí. https://campuseducativo.santafe.edu.ar/wp-content/uploads/Res-223-20.pdf

La segunda parte del título de esta nota de opinión es lapidaria, sí. Representa un temor, una pesadilla a la que nos vamos encaminando a fuerza de circulares y resoluciones que la ministra Adriana Cantero va tomando unilateralmente desde que comenzó su gestión. Y lo de unilateral se refiere a que los docentes santafesinos nunca fueron consultados sobre temas tan sensibles, como la promoción de alumnos, los criterios para dicha promoción y hasta las formas.

Vayamos al hueso. La mencionada resolución 223, fechada el 6 de mayo del corriente determina que los alumnos que a esa fecha cuenten con 4 espacios curriculares sin aprobar, tendrán una nueva instancia de “recuperación y avance”, textualmente extraído del documento oficial. A continuación se detalla que de esos cuatro espacios, podrá el alumno elegir dos y luego, con asesoramiento docente podrá presentar un trabajo que le permita promocionar las áreas. La fecha límite para entregar y corregir este escrito, es el 22 de Junio.

Para decirlo de manera más clara: Alumnos que adeuden cuatro espacios curriculares correspondientes al año 2019, no son otra cosa que alumnos repitentes. La ministra Cantero de manera unilateral entonces, decidió que los alumnos que hayan repetido el año pasado, ahora pasen de año aprobando un trabajo escrito, que lógicamente no implica presencialidad ni examen oral ni escrito, por el contexto de pandemia. De esa manera el o la estudiante aprobaría dos materias o una, las que hagan falta para ser promovido al siguiente año.

En primer lugar esto es un atropello a la decisión de cada docente que, en su momento, decidió que el alumno no aprueba la materia y por tanto, repite. Es un cuestionamiento liso y llano a la idoneidad de ese profesional de la educación. Se trata de medida que, desde un despacho y con la firma de un papel, deshace la decisión a la que arribó un docente después de un año entero de trabajo áulico y seguimiento de un alumno.

En segundo lugar, nótese que se permite a un alumno pasar de año a fines del mes de junio. Según la misma resolución, tendrá el segundo semestre para ponerse al día con las actividades que no realizó durante la primera mitad del año, porque se encontraba en un curso inferior. Recordemos que ese alumno había repetido.

Las preguntas que resuenan en todo esto es ¿Con qué nivel va a comenzar el nuevo curso ese alumno? ¿Con qué motivación van a estudiar de ahora en adelante los jóvenes, si saben que a nivel ministerial se toman decisiones para que ellos finalmente sean promovidos? ¿Por qué se toman este tipo de decisiones? ¿Es este un atentado contra la calidad educativa de la provincia? Yo creo que sí, aunque no tenga claras las causas.

Como dije, lo primero que se resiente ante este tipo de medidas, es la motivación. Si el resultado viene de arriba ¿para qué esforzarme en alcanzarlo? La resolución 223 es veneno derramado en jóvenes inquietos, en estudiantes que se esfuerzan y también en los que tienen dificultades pero luchan contra ellas. También es nociva para el esfuerzo docente.

Ningún pueblo que baje sus exigencias en lo educativo puede aspirar a mucho en el futuro. Nadie que desdeñe el esfuerzo y premie la falta de compromiso, puede llegar a buen puerto. Y la provincia de Santa Fe parece estar tomando esa postura. La del facilismo.

De seguir así, la “Cuna de la Constitución” se transformará  muy pronto, en la “Tumba de la Educación”.

 

*Profesor de Historia en el nivel medio, egresado del Instituto Superior de Profesorado N°4. Estudiante del segundo año de la          Tecnicatura Superior en Periodismo, en el Instituto Juan XXIII de la ciudad de Reconquista.