Previo a su renuncia, el directorio realizó una síntesis de los motivos que fueron impactando en el rojo de la compañía.
En su último ejercicio contable, al término del 31 de octubre pasado, la cerealera Vicentin evidenció una pérdida neta de $52.536.217.954, en tanto, su patrimonio neto negativo quedó en $17.502.583.098.
Los números se desprenden del balance 2019 que la empresa presentó ante el juzgado de Fabián Lorenzini en Reconquista, donde se lleva adelante el concurso de acreedores, que en febrero pasado se presentó a esta instancia con una deuda declarada por casi $100.000 millones.
La referencia al balance era algo que los acreedores comerciales y los bancos que le prestaron a la cerealera consideraban clave para tratar de saber por qué una firma, que había tenido ventas por más de US$4000 millones, había entrado en default en diciembre pasado.
Ante los diversos reclamos, el juez Lorenzini ordenó a la compañía, presentar el balance en un plazo de no más de 40 días judiciales, el cual se concretó días atrás, junto a la renuncia de todo el directorio y la convocatoria a una asamblea para el 15 del mes próximo para elegir nuevos directores.
Según evidenció el informe, los números de la cerealera se tornaron rápidamente en negativos entre un ejercicio y otro, ya que los ahora $52.536.217.954 de pérdida neta eran, al 31 de octubre, de 2018 $2.829.439.698 positivos. En tanto, el ahora patrimonio negativo por $17.502.583.098, estaba en positivo con $30.542.700.082 al 31 de octubre de 2018. En rigor, el rojo de la compañía se agravó, según el detalle del balance, tras acumular pérdidas por $35.743.611.398.
Por otro lado, la empresa detalló un brusco movimiento en varias variables, como por ejemplo, en los bienes de cambio, de insumos y granos, que bajaron de $35.315.405.342 al 31 de octubre de 2018 a $7.262.322.256 a octubre de 2019. “Se deja expresa constancia que el valor de los bienes de cambio en su conjunto no excede el valor recuperable de los mismos”, detalla el informe.
Asimismo, la empresa realizó una síntesis de los motivos que fueron impactando en el negocio, donde menciona desde la guerra comercial entre China y los Estados Unidos hasta el contexto local. Sobre este último caso señala el impacto de las sucesivas devaluaciones, las PASO y hasta la decisión del gobierno anterior de quitar un diferencial de 3 puntos en las retenciones a la soja -en agosto de 2018- que para la industria favorecía la industrialización.
“La volatilidad del tipo de cambio y la incertidumbre política generada por el año electoral, agudizaron la presión sobre el sistema financiero, con un fuerte retiro de los depósitos en dólares por parte de los ahorristas, que restringieron fuertemente la disponibilidad de financiamiento interno para el sector exportador, que para mantener su capital de trabajo o nivel de actividad debió acceder a financiamiento en pesos a tasas exorbitantes dado el alto nivel de inflación interna”, precisó la firma.
“El impacto de la devaluación de agosto de 2019 impacta de lleno en los resultados del ejercicio, dada su contrapartida en activos fijos e inventarios en su mínima expresión histórica, dado que el flujo de exportación y molienda superó ampliamente a la capacidad de reposición gravemente afectada por la disponibilidad de fuentes de financiamiento”, agregó.
En cuanto a la medida del gobierno de Macri de quitar el diferencial en soja, la empresa señaló que “provocó una caída general de los márgenes de molienda, especialmente devastadora en una Sociedad como Vicentin con una importante deuda estructural, una gran capacidad de molienda y costos fijos asociados (.)”
Pese a los malos números, en el balance la firma señala que pudo seguir “funcionando en prácticamente en todas sus plantas” y sin hacer despidos.