Desde febrero de 2018 que la reconocida figura de los medios tenía un trastorno cognitivo tipo progresivo. Falleció a los 81 años.
Raúl Portal, exitoso conductor de televisión, murió a los 81 años este miércoles. Según confirmó su mujer, desde febrero del 2018 que tenía un trastorno cognitivo tipo progresivo. Además, indicó que por voluntad de su marido, no habrá velatorio ni entierro. “Raúl no quería”, dijo.
“A Raúl lo solían trasladar del CCP a Los Arcos por diferentes agravamientos de salud, pero siempre salía. Incluso las enfermeras elogiaban lo que luchaba por vivir”, contó conmovida por la fuerza de su marido hasta último momento. “Otro hubiera vivido menos”, sentenció.
“Salió de muchas, pero en esta no hubo forma. Estaba muy deteriorado. Lo importante es que no sufrió. El cuerpo ya no le dio“, agregó Lucía.
Murió alejado de las luces de las cámaras, pero llegó a ser una de las figuras más influyentes de la televisión en un tramo que arrancó a fines de los años 80 y se extendió por toda la década siguiente.
Hasta su llegada, nadie había imaginado que la trasnoche podía ser un espacio de enorme potencial televisivo. Y más tarde fue el creador sin patente de la idea de la TV reciclada. La inmensa lista de programas que vivieron desde allí de los archivos visuales y de la observación satírica de lo que hace la propia TV deberían distinguirlo como su gran mentor y pionero. Notidormi y Perdona nuestros pecados (PNP), las grandes invenciones televisivas de Portal, abrieron una gran huella.
En la tele, Portal inventó un modo risueño y original de aprovechamiento de los archivos televisivos, basado en la unión rápida y certera de segmentos breves a través de un trabajo de edición muy creativo y luego imitado hasta el cansancio. Así pedía la indulgencia del público por los “pecados” de la pantalla. Fuera de ella, mucho más serio, empleaba su verborragia sin fin para pedir perdón una y otra vez por sus propios pecados políticos. “Fui insensible, nací tomando mamaderas de odio en el antiperonismo gorila rabioso… Yo soy radical. Y he aquí otro de mis pecados… habiendo militado 17 años en el radicalismo asistí de forma absolutamente indiferente, como todos, al derrocamiento de Illia”, señaló años atrás en una entrevista.