Este año, la economía mundial atravesó diversos cambios consecuencia de la pandemia por el COVID-19. Las pequeñas empresas son las más afectadas por estos procesos y debieron experimentar distintas formas de mantenerse y desarrollarse.
Ya sea por la baja de ventas en formatos tradicionales o a causa de las dificultades de movilización, muchas PyMES debieron prescindir de sus espacios físicos. Por eso, el trabajo remoto se vuelve una modalidad en ascenso, al punto de pensarse como el definitivo en muchos casos.
Frente a este panorama, se vuelve esencial preguntarnos cómo optimizar resultados y mantener en pie los proyectos en este formato. En esta nota, te contamos de qué manera puede lograrse el éxito teniendo en cuenta algunos puntos clave.
El uso de herramientas estratégicas
El trabajo remoto nos permite prescindir de algunas áreas y conformar una cadena de trabajo viable y efectiva. Pero, para que este proceso sea eficaz, es importante ser estratégicos a la hora de unificar o delegar tareas.
En lugar de reunir grandes cantidades de datos en softwares complejos, es conveniente contar con un sistema de ventas CRM que organice la información de manera simple y ágil y favorezca las ventas. Este tipo de programa ofrece diversas herramientas como filtros de datos específicos, calendarizaciones, gestión de ventas y contacto con los clientes, entre otras ventajas.
También, se puede recurrir a la inteligencia artificial para resolver tareas automatizadas que demandan mucho tiempo en formato manual. De esa manera, los trabajadores pueden dedicarse a los contenidos y a las ventas.
Horarios y metas
Es primordial que el trabajo del equipo se organice de la manera más efectiva posible, de acuerdo con los parámetros y metas de cada empresa. Además, cada trabajador implicado puede tomar medidas organizativas que optimicen sus labores.
Una de las mayores dificultades del trabajo remoto es establecer horarios de actividad. Sin embargo, es aconsejable desarrollar una rutina no solo para ordenar las tareas, sino también para determinar tiempos de descanso.
Otra estrategia que conduce al éxito es la formulación de metas, tanto individuales como grupales. Un error común es basarse en proyecciones a largo plazo que se vuelven agotadoras ya que, pese a trabajar incansablemente, no se ven los resultados.
Es conveniente establecer metas pequeñas y realizables, que generen cambios positivos visibles a corto plazo. En ese sentido, tiene gran relevancia el estudio de resultados y reacciones de los clientes a la hora de formular objetivos.
Puesta en común
Tanto para la confección de la agenda como para las tomas de decisiones y el análisis de resultados, la comunicación es una acción importantísima. Que las personas no estén en el mismo lugar no debe dificultar el flujo de información entre sí.
SI bien el intercambio de correos y mensajes es la opción más común, el confinamiento puso en escena la importancia de las conversaciones más distendidas. Una buena iniciativa para el desbloqueo creativo son las videollamadas.
Esto también abre un abanico de posibilidades de comunicación con personas de otros lugares con las que no era habitual contactarse. Finalmente, es importante lograr una conexión con la audiencia, generar vínculos con el público, logrando así un intercambio exitoso con clientes reales y potenciales.