Un vecino de Avellaneda denunció que en horas de la siesta del día domingo 18 de octubre, se levantó y dirigió a su garaje a buscar su auto, un Ford Fiesta color negro y se encontró con otro auto distinto y desconocido para él.
Al principio pensó que sus amigos del trabajo le hicieron una «joda» y cambiaron los autos, pero al pasar las horas y preguntar se dio cuenta que la cuestión se agravaba y decidió realizar la denuncia.
El auto fue tomado como desaparecido y la policía realizó las investigaciones del vehículo que dejaron como sustituto, un Fiat Uno color rojo dominio AXT-273, radicado en Las Toscas, a nombre de Cabrera, quien mantuvo una charla con los efectivos y les contó que ese auto lo había vendido hace tiempo.