Se trata de armamento secuestrado en procedimientos vinculados a viejas causas penales que continúan a resguardo en dependencias policiales.
Este viernes, el subsecretario de Prevención y Control Urbano, Alberto Mongia; el subsecretario de la Agencia Provincial de Prevención de la Violencia con Armas de Fuego, Lautaro Sappietro; y la integrante de la Fiscalía General del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Marina Pieretti, se reunieron por videoconferencia con el objetivo de diseñar la nueva logística de control y destrucción de armas de fuego vinculadas a viejas causas judiciales que aún quedan a resguardo en dependencias policiales de la provincia.
“La idea es una destrucción grande de armas para el mes de noviembre, algo que articularemos con gente de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), que son los únicos habilitados para destruir armas. Se trabajará de manera conjunta y alineada con referentes del MPA, de la Fiscalía General y de Control y Prevención Urbana”, explicó Sappietro.
Al respecto, detalló que se trata de “un aproximado de 10.000 armas; tenemos entre 4.500 y 5.000 que fueron secuestradas en viejas causas penales que aún se encuentran repartidas en la institución policial, lo cual no debería ser así. Y se sumarían una 5.000 provenientes del MPA”.
La medida, detalló el funcionario, “permitirá liberar espacio en las distintas Unidades Regionales, desafectando de esta manera al personal que se encuentra en la guarda del armamento, y reorganizando a los efectivos a fin de que ocupen otras áreas operativas”.