Les pidieron créditos en septiembre que defaultearon en diciembre. El banco, a través de su apoderado legal, Juan Pedro Rodenas, sostiene que el balance 2019 que presentaron es falso.
El Banco Macro denunció penalmente esta semana a Vicentin por entender que la agroexportadora le presentó información contable falsa para obtener créditos por 500 millones de pesos a semanas de declarar el default. La denuncia penal lleva la firma de Juan Pedro Rodenas, abogado apoderado de Banco Macro y se presentó ante la Fiscalía de Delitos Complejos a cargo del fiscal Miguel Moreno. La denuncia penal se suma a la que ya presentó el Banco Nación y a la que presentaron los bancos extranjeros. Con esta nueva presentación, los principales bancos acreedores coinciden con que la caída de Vicentin tuvo más que ver con una gran estafa que con un problema económico, como sostiene la firma.
Según relatan en el escrito, el 25 de septiembre de 2019 Vicentín solicitó una asistencia crediticia (vía acuerdo en cuenta corriente) por $280 millones. Y el 30 de septiembre, otra vez bajo la modalidad de acuerdo en cuenta corriente, solicitó otro crédito por la suma de $ $228 millones. Es decir, la empresa comenzó a operar la cuenta corriente, girando contra los acuerdos otorgados, por la suma total de $ 508 millones. Pero en diciembre la empresa entra en default y el 10 de febrero se presenta en convocatoria de acreedores.
Según el análisis que presenta el abogado Rodenas, apoderado del banco, “no hubo incompetencia o negligencia de los administradores de Vicentin sino que habría mediado mala fe y existiría una maniobra para defraudar al banco”.
El Macro argumenta que le otorgaron el financiamiento porque “la empresa adjuntó los estados contables cerrados al 31 de octubre de 2018 en los que mostraba una empresa superavitaria y con solvencia económica suficiente para contraer el crédito con nuestra entidad y afrontar todos los pasivos existentes a esa fecha con un superávit de 424.000.000 millones de dólares y un patrimonio de 570 millones de dólares”.
Pero no sólo eso. “A los fines de mostrar lo grotesco del tema, con fecha 26 de septiembre de 2019 se firmaron los estados contables al 31 de julio de 2019. Estos estados contables iban en línea con los mencionados en los puntos anteriores, mostraban la solvencia de la empresa y su solidez económica. Volvía a mostrar una posición activa corriente neta de 501 millones de superávit. Con estos números resulta imposible que la empresa no pudiese haber afrontado todos sus pasivos, y mucho menos que se hubiese presentado en concurso de acreedores apenas unos días más tarde”, agrega la denuncia.