En Argentina, el 82% de la producción granaria se moviliza a través de camiones y solo un 4% a través de barcazas. El uso de estas embarcaciones reduce costos logísticos y permite que los productores alejados de los puertos lleguen a los grandes centros de distribución.
La cadena sojera presentó propuestas para el desarrollo estratégico de la cadena de valor del cultivo, basadas en un mayor aprovechamiento de la hidrovía, de generar negocios a partir del biodiésel y disminuir la primarización en las exportaciones. En plena tensión cambiaria y con la necesidad por parte del Gobierno nacional de aumentar el ingreso de divisas para estabilizar al dólar, las últimas lluvias impulsaron la siembra de la oleaginosa de la presente campaña, que de acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires será de 17,2 millones de hectáreas. El precio internacional registró un incremento de USD 30 dólares en los últimos diez días, traccionado por la falta de lluvias en las principales zonas productoras.
En el marco del Coloquio “Todo Soja 2020”, el presidente de ACsoja, Luis Zubizarreta, destacó en primer la importancia de la hidrovía, en el contexto de una economía que moviliza el 83% de su producción granaria en camiones, 13% en tren y solo el 4% a través de barcazas. El directivo comparó los casos de Brasil y Estados Unidos al momento de movilizar sus cosechas.
Por el lado del vecino país, emplean un 60% de camiones, 33% de tren y 7% de barcazas, mientras que los norteamericanos sacan el máximo provecho al río Mississippi y emplean un 61% de barcazas, 23% de tren y 16% en camión. “El ferrocarril y las barcazas permiten desarrollar las regiones alejadas del puerto”, sostuvo Zubizarreta.
El presidente de ACsoja desmenuzó el potencial de la hidrovía y explicó que a través de ella sale el 82% de los despachos argentinos de granos, harinas y aceites, unas 60 millones de toneladas sobre un total de 73 millones. Además del modelo de Estados Unidos, se expuso el caso paraguayo, que en un lapso de 23 años pasó de movilizar el 100% de sus exportaciones de granos en camiones al 94% a través de hidrovía.
En relación al biodiésel, una industria que se encuentra golpeada por el cierre de mercados como Estados Unidos y ventas a menor ritmo a Europa, Zubizarreta estimó que este sector necesita una nueva legislación, que entre otros puntos eleve los actuales porcentajes de corte en naftas y gasoil. En la actualidad, el Senado nacional dio media sanción a un proyecto de ley para prorrogar la actual normativa vigente por cuatro años y se espera su tratamiento en la cámara baja.
Más allá de este aspecto, explicó que el crecimiento de esta producción, que en la actualidad trabaja con una elevada capacidad ociosa, radica en el desarrollo de industrias vinculadas, como el caso de la glicerina y sus derivados. Según cálculos de Acsoja, sus exportaciones anuales generan divisas por USD100 millones, de las cuales un 60% corresponden a glicerina refinada. Además, existe la posibilidad de escalar en esta cadena de valor, mediante el desarrollo de rubros como alimentación animal y cosméticos.
El tercer aspecto radica en diversificar la matriz de las exportaciones y reforzar las ventas de productos con alto agregado de valor por sobre las de grano. Esta idea se encuentra en sintonía con el plan de trabajo elaborado por el Consejo Agroindustrial Argentino, que busca llevar el ingreso de divisas a USD100.000 millones en la próxima década.