Ante el aumento en la curva de contagios y la llegada del frío, el Gobierno de Santa Fe prepara su sistema de Salud ante el impacto de la segunda ola, la cual tendrá algunas diferencias con su antecesora.
En principio, los especialistas advirtieron una distribución de casos más homogénea que en la primera etapa, donde los contagios se concentraron, principalmente, en el sur provincial.
Por otro lado, si bien el porcentaje de ocupación de camas criticas rondaría el 70 por ciento, lejos de los niveles de saturación que alcanzó en gran parte del 2020, los epidemiólogos esperan que la vacunación en poblaciones objetivo, evite alcanzar números similares a los de un año atrás.
Con un sistema de Salud más preparado, unas 276.126 dosis aplicadas del primer componente y unas 54.523 del segundo, el temor radicaría, sin embargo, en las nuevas cepas que comenzaron a circular en la provincia, más contagiosas y más letales.
De continuar en ascenso la curva de infectados, la Provincia no descartaría alinearse con Nación e implementar nuevas medidas restrictivas. Si bien desde la Casa Gris admitieron que no será fácil volver atrás en diversas actividades, pretenden no quedarse con los brazos cruzados.
A nivel nacional se deslizó que el presidente Alberto Fernández y su equipo de trabajo harían anuncios el próximo viernes, donde se especula con que se restringirá la circulación nocturna, entre las 22 y las 6.
Por lo pronto, la idea del gobernador Omar Perotti sería encolumnarse detrás de Nación y desalentar el tránsito para monitorear de cerca las reuniones sociales, principal foco de contagios.
Por lo pronto, las expectativas estarán puestas en lo que suceda con las clases presenciales, a tres semanas del inicio de clases, y en la reacción del sector gastronómico, que podría ser golpeado una vez más.