La saturación del sistema de Salud en la capital provincial, se suma como aditamento a la compleja situación que atraviesa la región, que trabaja con ingresos incesantes de pacientes.
Autoridades del Hospital Central de Reconquista reconocieron la imposibilidad de dar atención a la gran cantidad de los traslados de media y alta complejidad del norte santafesino al no contar con camas disponibles.
La saturación del sistema de Salud en la capital provincial, se suma como aditamento a la compleja situación que atraviesa el nosocomio, que trabaja a «cama caliente» con un ingreso permanente de pacientes con coronavirus.
Si bien hasta el momento no debió aplicarse el protocolo «última cama», un conjunto de indicadores que determinan qué paciente es prioritario y cuál puede ser relegado en su atención de a cuerdo a comorbilidad, edad o grado de avance de la enfermedad, los profesionales médicos no descartan un colapso que derive en nuevas medidas.
El reporte habitual sobre la disponibilidad en los efectores del noroeste de la provincia da cuenta de una situación similar en todos ellos, con una alta demanda de camas de terapia intensiva.
Por otro lado, el insumo de oxígeno que se utiliza en comparación al año pasado representa un ascenso notable en la curva de todos los efectores de la región. En tanto, mientras se amplía a cuentagotas el recurso físico, el capital humano se encuentra en retroceso, degastado ante más de un año en la primera línea de batalla contra el virus.