Tenía 21 años. Practicaba gimnasia artística y era bailarina de salsa y reggaetón. Además, trabajaba como cadete.
La escena con la que se encontró la policía científica cuando ingreso a la habitación de Melani, ubicada en 9 de Julio al 500, en el distrito centro de Rosario, fue la de un televisor a todo volumen y su cuerpo lleno de sangre, producto de la cantidad de puñaladas que recibió. La joven llevaba fallecida cerca de 36 horas, según indicó la policía.
Hace poco tiempo, Melani trabajaba en un local de venta de accesorios para celulares pero fue despedida y ahora se encontraba trabajando como repartidora. Sus hermanos contaron que trabajaba de varias cosas, pero que su verdadera pasión era el baile. La joven era instructora de salsa y reggaetón y realizaba gimnasia artística.
“Soy estudiante, gimnasta, bailarina, ajedrecista. Me encantan las matemáticas. Soy honesta y cariñosa”, se presentaba la chica de 21 en sus redes sociales.
La familia de Melani había perdido contacto con ella el día Sábado. No contestaba llamados ni mensajes, ni había tenido actividad en sus redes sociales. En la mañana del pasado martes 18 de Enero, fue encontrada en la habitación de donde vivía, asesinada con mas de 10 puñaladas (Según los primeros datos, serian 14 las puñaladas recibidas).
Agustín, hermano de la víctima, señaló a un hombre que vivió en la pensión poco tiempo: «pagó un mes pero solo estuvo dos semanas, hasta el domingo pasado», expresó el muchacho.
“La chica vivía acá, nadie escuchó nada. La vimos jugando a la pelota el sábado a la noche acá afuera. Y acá solo ingresa la poca gente que vive. Ella vivía sola en una habitación y la llave se la llevaron”, expresó la dueña de la pensión donde vivía Melani.
El crimen es investigado por el fiscal Ademar Bianchini, quien ordenó una serie de medidas que apuntan a reconstruir los últimos días de Melani. Pidió un relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona.
Las llaves de la habitación nunca aparecieron, tampoco pudieron encontrar el teléfono celular de la víctima.