A la hora de adquirir un auto, siempre se piensa en la inversión que implica la compra, tanto si es un auto usado como si es nuevo. Ese desembolso inicial puede realizarse al contado o en cuotas, dependiendo la financiación que consigamos.
Sin embargo, un aspecto importante a considerar al comprar un auto es el gasto que genera mensualmente. No solo deberemos gastar una suma de dinero puntual al realizar la transacción sino que hay que prever también un gasto mensual.
Por lo tanto, es importante conocer qué aspectos conforman este gasto mensual del auto, para poder calcularlos y considerar dentro de nuestro presupuesto mensual este monto. A continuación, una guía con los ítems más importantes.
1. Seguro
En nuestro país, desde la sanción de la Ley de Tránsito en 1995, es un requisito indispensable para la circulación contratar un seguro automotor. Sin importar si conducimos un auto, un acoplado o una motocicleta, debemos contar con el seguro adecuado.
La ley indica la contratación de un seguro de responsabilidad civil (conocido como “seguro contra terceros) que nos brinda la cobertura económica necesaria frente a daños físicos y materiales ocasionados a otras personas en el caso de un accidente.
Si queremos ampliar nuestra cobertura de seguros, podemos incluir otros imprevistos frente a los cuales nos dará amparo la compañía aseguradora (como granizo, robo, rotura de cristales o incendio total o parcial del vehículo).
2. Combustible
El combustible es la materia prima a partir de la cual funciona el motor de nuestro auto, por lo que es fundamental contemplarlo en los gastos mensuales. Existen diferentes tipos de combustibles cuyo precio varía considerablemente.
Por un lado, tenemos la nafta, el combustible más común. El costo de la nafta en nuestro país varía según las diferentes jurisdicciones y también según el tipo de nafta que compremos, ya sea súper (95 octanos) o premium (98 octanos).
A su vez, muchos vehículos tienen un motor que funciona a gasoil o diesel, un hidrocarburo considerablemente más barato que la nafta por su sencillez a la hora de destilarlo. Por último, la opción más económica en nuestro país es el GNC, aunque tiene un alto costo de inversión inicial.
3. Impuesto automotor
Por último, existe un impuesto automotor jurisdiccional, también conocido como “patente”, que debe ser pagado por el dueño del vehículo en el lugar donde esté radicado. El monto de este impuesto varía según el modelo del auto.
Así, los autos más antiguos pagarán menos de impuesto automotor, mientras, para los autos más nuevos, se incrementará el costo. En el caso de que el auto tenga más de 15 años, el impuesto es anual, por su bajo costo.
Para el resto de vehículos, el impuesto puede abonarse de forma mensual, a modo de cuotas, o con un pago anual a comienzos de año. En el caso de optar por esto último, se realiza un descuento sobre el total del impuesto.
En conclusión, debemos sumar estos tres elementos para obtener el gasto mensual que implica poseer cualquier vehículo.