La liquidez de una empresa es el indicador más fidedigno de la rentabilidad real del negocio y su posibilidad de cumplir con sus obligaciones financieras. En términos generales, se trata de la capacidad que una organización comercial tiene de obtener dinero en efectivo.
Puede parecer algo complejo en un principio asumir el compromiso de revisar constantemente este indicador. Sin embargo, revisar la liquidez de nuestro negocio puede ser crucial para el crecimiento del mismo e, incluso, para evitar caer en bancarrota.
En esta nota, repasamos tres estrategias claves a la hora de medir la liquidez de una empresa pequeña.
1. Incorporar un sistema de gestión
Lo primero que debemos hacer antes de medir la liquidez de nuestra empresa es organizar toda la documentación financiera. Para lograrlo, conviene cotizar un sistema de gestión contable para encontrar uno que se adecúe a nuestras necesidades en materia de administración financiera.
Al trabajar con un software de gestión, será posible reunir todos nuestros movimientos contables en un solo sitio y, con ello, revisarlos. Incluso, dentro de los mismos programas podemos generar distintos tipos de reportes para estudiarlos.
Para recibir los beneficios de usar un sistema de gestión para agilizar el estudio de liquidez, es importante llevar un prolijo registro. De esta manera, será posible llevar un registro actualizado y tomar decisiones oportunas para remediar las fugas de capital.
2. Realizar mediciones de los distintos tipos de liquidez
Una vez que logramos ordenar y visualizar nuestra información financiera, podemos revisar y medir la liquidez de nuestra empresa. En ese sentido, es importante reconocer que hay distintos tipos de liquidez y, con ello, distintas formas de evaluación.
La liquidez inmediata, por ejemplo, es aquella que representa los recursos en efectivo menos los gastos a corto plazo como pago de servicios. La liquidez a corto plazo está conformada por las facturas pendientes de cobro y la liquidez a largo plazo corresponde a los activos que no aseguran ganancias, como los inmuebles.
También podemos considerar la posibilidad de hacer un test ácido o, en otras palabras, sumar la liquidez realizable a la inmediata. Si restamos la deuda a corto plazo, podremos tener una proyección del futuro cercano.
3. Asegurar mayor liquidez inmediata
Una forma de medir con mayor facilidad y, al mismo tiempo, dirigir las ganancias, es tomar medidas para asegurar la liquidez a corto plazo. De esa manera, podemos tomar el control y obtener resultados más inmediatos para equilibrar nuestras finanzas.
Una alternativa para lograrlo es, simplemente, realizar inversiones a corto plazo para obtener ganancias pronto. Para una empresa de venta de artículos, puede traducirse en una sección de reventa o producción rápida de bienes que tengan un flujo de salida constante.
También, podemos contar con una reserva de dinero en efectivo o una cuenta bancaria, siempre que proyectemos el flujo de gastos. En todos los casos, es importante llevar a cabo un plan de negocios con acciones a corto, mediano y largo plazo. Así, podemos visualizar posibles puntos de impacto económico.