En las últimas horas el Banco Central confirmó que se va a imprimir un nuevo billete por el valor de $2000 y que, las figuras que aparecerán estampadas en el papel serán Cecilia Grierson y Ramón Carrillo. Dos personalidades destacadas de la ciencia y la medicina argentina. ¿Quiénes fueron y qué hicieron para merecer semejante homenaje?
Cecilia Grierson, la doctora
Fue la primera médica argentina, recibida en 1889. Y en esa oración ya se evidencia el perfil de pionera y transgresora de Cecilia, eligiendo y teniendo éxito en una carrera «de hombres» y a fines del siglo XIX, en una sociedad machista, elitista y conservadora.
Como obstetra y ginecóloga, participó de la primera cesárea que se hizo en el país, en 1892.Ya en 1886 había creado la primera escuela de enfermería del país y también se encargó de fundar centros de salud en distintos pueblos, para atender las necesidades más básicas de la salud. Finalmente, falleció en 1934, a los 75 años.
Ramón Carrillo, el ministro
Nació en Santiago del Estero en 1906. Fue neurocirujano, formado en Argentina y en Europa.
En la década del 40 no existía una estructura organizativa para atender la salud de los argentinos, por eso el gobierno lo convocó para hacerlo y lo puso al frente de la secretaría de salud pública de la nación, que luego se transformó en ministerio. Por eso es que Carrillo fue el primer ministro de salud de la historia argentina.
Desde ese cargo, impulsó lo material y lo inmaterial de la atención de la salud. Es decir, creó hospitales, centros de salud, hogares de ancianos, entre otras instituciones. Pero también realizó campañas de vacunación obligatorias, con lo que logró combatir exitosamente el Paludismo y acabar con epidemias como la del Tifus.
Entre sus palabras más destacadas, podemos citar «El mejor plan de salud es agua corriente y cloacas”. Pero también supo decir que frente a la miseria, la angustia, la tristeza y en infortunio, los microbios como causantes de enfermedades, son unas pobres causas.
Cómo si fuera poco, el ministro impulsó la creación de EMESTA, la primera fábrica nacional de medicamentos, que proveía al país de remedios más baratos que las empresas privadas. Esas medicinas, se fabricaban en las instalaciones del instituto Malbrán, un centro dedicado a estudios científicos y médicos nombrado así en honor al Dr. Carlos Malbrán, destacado bacteriólogo argentino.
Por cierto, Grierson y Carrillo van a estar de un lado del billete de 2000. Y del otro lado, el Instituto Malbrán.