Hace minutos, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó una carta en su cuenta de Twitter y terminó con el misterio sobre su posible candidatura en este año electoral.
«No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura», sentenció CFK, luego de insistir con la idea de que se encuentra proscripta por lo que llama el «Partido Judicial», al cual nuevamente acusó de responder a los intereses de la oposición que, según analizó, buscan «producir la eliminación de sus adversarios políticos».
En otros pasajes, analizó la situación actual de inflación y pobreza que vive el país, de las cuales culpó al gobierno de Juntos por el Cambio que volvió a recurrir a un préstamos del FMI, generando endeudamiento, devaluación e inflación.
Además, afirmó que «de la pandemia no salimos mejores», ya que generó concentración de la riqueza y crecimiento de la pobreza, además del consabido desastre sanitario y social.
A lo largo de su carta, la ex mandataria desarrolló las ideas de «Pérdida de democracia económica», que comenzó en 2016 con el gobierno anterior; «Degradación de la democracia social» que consiste, según sus palabras, en la coexistencia de pobreza y desocupación, con trabajadores activos que son pobres y con una brecha entre quienes acceden a todos los bienes y servicios , y otros que no tiene posibilidades de progreso. Finalmente habló de la «Ruptura institucional», mencionando el atentado del que fue víctima frente a su casa en septiembre de 2022, su proscripción y el accionar de la Corte Suprema de Justicia que tendría, según su punto de vista, al Peronismo y al Kirchnerismo como objetivo de sus ataques. En este sentido también mencionó la reciente suspensión de las elecciones en Tucumán y San Juan, que tuvieron como objetivo «perjudicar al peronismo», según aseguró.
«Los abrazo a todos y a todas desde el corazón, como siempre», terminó diciendo en tono de despedida.
Con las bajas del actual presidente, quien también anticipó que no buscará la reelección en este 2023 y la de Mauricio Macri que hizo lo propio días antes, queda inexorablemente abierto el camino para una verdadera renovación de figuras en la política argentina. En principio, quedan atrás dos figuras que protagonizaron y contribuyeron a profundizar la famosa «grieta» que mantuvo dividida a la sociedad argentina, por lo menos en los últimos 10 años.
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