Después de meses de espera, finalmente los legisladores avanzaron en la modificación de la Ley de Alquileres de 2020 que, según la opinión pública y los mismos dirigentes políticos, generó una retracción de la oferta. Es decir que cada vez menos propietarios estuvieron dispuestos a alquilar sus propiedades, ocasionando un problema habitacional importante, principalmente en las grandes ciudades.
El pasado miércoles se aprobó la modificación que propuso la oposición en diputados. Aunque aún resta el visto bueno de la cámara de senadores, repasamos los principales cambios de lo que sería la nueva ley.
- La duración de los contratos puede ser de dos años, mientras la actual ley lo establece en un mínimo de tres.
- El valor se puede actualizar cada cuatro meses, y las partes puede acordar qué índice usan para ajustar el precio. Índice de precios al consumidor (IPC), índice de precios mayoristas (IPM), índice de salarios (IS) o incluso una combinación de todos ellos. En la ley actual el tiempo es de un año.
- No se puede exigir al inquilino depósitos, garantías o alquileres anticipados superiores al valor de un mes.
- La reparaciones quedan a cargo del propietario. En las reparaciones urgentes, tiene un plazo de 24 horas desde el aviso del inquilino. Y en las no urgentes, el tiempo se extiende a diez días. Si se vencen esos plazos, el inquilino puede hacerse cargo pero los costos los pagará el propietario.
Qué pasa con los contratos que ya están en marcha
El Código Civil establece que las leyes no tienen efecto retroactivo. Es decir que la nueva ley -en caso de aprobarse en el Senado- no es aplicable a los contratos que ya se encuentran en ejecución, con excepción a aquellas normas que son más favorables al consumidor, que en este caso serían los inquilinos.
Cuándo se aprueba la nueva ley
Está previsto que el tratamiento de las modificaciones que fueron aprobados en la cámara de diputados, comiencen a ser tratadas en la cámara de senadores el próximo martes 29 de agosto. Sin embargo el proyecto no tiene un futuro alentador, dado que Juntos por el Cambio, principal impulsor de las reformas, va a necesitar de otros legisladores para aprobarlo.