Hace unas semanas atrás en mis redes sociales comenzó un debate por un caso al que llamaremos “Hugo”, un padre ausente e incumplidor. Una historia que palpamos, vemos y escuchamos a diario en una amiga, una conocida, una hermana.
Se trata de la falta de compromiso, interés, amor y responsabilidad por parte de progenitores a sus hijos. ¿Porque habló de progenitores y no padres? Porque para ser padre o madre hace falta COMPROMETERSE, VINCULARSE con los niños, no solo abonar una cuota de alimentos cuando llega la cédula del inicio de una demanda.
En el estudio recibimos a diario a muchas mujeres y hombres siempre con la misma historia. Como si pusiéramos un cassette lado A -lado B y lo reproducimos todos los días. Es por eso que, como abogada, me urge hablar de estos temas y me parece importante este espacio para empezar a dar a conocer números, estadísticas y consejos de cómo hacer para que esa historia repetitiva comience a cambiar.
Lo importante son los derechos de los niños, niñas y adolescentes. No el ego, el desacuerdo y la irresponsabilidad de los progenitores.
Las madres (en su mayoría) sienten culpa por reclamar lo que corresponde para sus hijos. Los padres, muchas veces impedidos de ver a sus hijos por falsas denuncias, parados frente a una guerra judicial sin fin.
Considero que esto debe cambiar. Las personas se separan como parejas, No como padres. La crianza debe seguir siendo en conjunto, con amor, cariño y respeto.
Se debe trabajar muchísimo la culpa y miedo a reclamar lo que corresponde, que en definitiva son los DERECHOS de nuestros hijos o hijas.
¿Cual es la solución a este problema que nos aqueja como sociedad? ¿Cómo sobrellevar la situación que generan los progenitores irresponsables y ausentes? La vía judicial, iniciando el juicio por cuota de alimentos y/o régimen comunicacional. Los derechos de los hijos deben ser velados y para eso está el estrado judicial que pondrá fin a un pleito con una sentencia, la cual podrá ser ejecutada en caso de incumplimiento
Contame ¿Pasaste por esta situación?
¿Cuánto te costó reclamar lo que es para tus hijos/as?