Hace unos días, un productor ganadero de la zona sufrió una estafa millonaria de parte de otro vecino de la región. A raíz de la alerta emitida, se conoció un historial de defraudaciones difícil de contabilizar tanto en hechos como en pesos.
En un principio se supo de distintas defraudaciones cometidas por la misma persona en el medio rural, pero a medida que el asunto tomó estado público, aparecieron casos en otros ámbitos.
La persona señalada como autor de los hechos delictivos estaría radicada en la zona rural de Nicanor Molinas y tras una fácil búsqueda por los archivos, aparece en la sección policiales de algunos medios locales.
Ahora, la alerta surge porque intentó entablar negocios con empresas vinculadas a la producción ganadera. A raíz de ello, la Sociedad Rural de Reconquista emitió un comunicado de queja por el accionar de la justicia y de advertencia a las productores.
Es que la persona de la cual hablamos, que responde a las siglas F.B; estuvo incriminada en distintos casos que trascienden incluso los límites provinciales y que, en algunos de ellos, terminó detenido.
La última estafa que se conoce
Hace unos días, Carlos Chicherit, productor de reproductores bovinos, relató su caso: «Un domingo a la tarde llega un tipo muy conversador y muy entrador, de un apellido prestigioso en nuestra zona, diciendo que era primo del ingeniero tal»
Es común que la compra de hacienda se haga en estos términos, apelando a la honestidad de quien se lleva los animales y paga después. En este caso no fue así.
Continúa el relato del productor que intentó por las buenas llegar a un arreglo y no consiguiendo solución, recurrió a la justicia sin saber que allí tampoco la hallaría.
En diálogo con reconquista.com.ar, Chicherit aclaró que finalmente no tuvo respuestas de parte de la justicia pero tampoco retiró la denuncia, por lo tanto la causa sigue abierta más allá de que F.B. no se presentó a la mediación.
Un estafa tras otra y millones de pesos en juego
Como ya adelantamos, a partir de un caso salen a la luz otros. En la región se supo que a una empresa que fabrica alimento balanceado para ganado le retiró una carga y nunca apareció a pagarla. A otra persona le habría hecho una maniobra similar con caballos. Y la lista es interminable.
Pero en algunas ocasiones, los casos trascendieron.
En agosto de 22, Las Toscas Multimedios publicaba este artículo que narra la detención del estafador debido a que poseía 17 animales sobre los cuales presentó una documentación vencida y no coincidente con el destino del ganado. Tras la investigación, resultó que cuatro toros habían sido supuestamente comprados por una empresa de Lanteri, que no estaba al tanto de ello.
Sobre los demás vacunos, las personas que figuraban en los documentos como destinatarios de la carga con animales, desconocían haberlos comprado. Los vendedores, por su parte, hacían los negocios de manera virtual o a través de terceros, por lo que generalmente no se veían con el estafador. Luego se conoció el detalle de que utilizaba los CUIT de productores para comprar a nombre suyo y luego se quedaba con los animales. Esto explicaría que toros vendidos por una cabaña de Misiones a un ganadero que no está al tanto de la compra, hayan terminado alojados en un campo prestado y en posesión de F.B.
En enero de 202o, el medio Reconquista Noticias publicó esta nota breve donde relata que la Guardia Rural «Los Pumas» secuestró 8 toros que eran parte de una investigación iniciada en Chaco y que estaban en poder de F.B, de manera ilícita, por lo cuál había sido denunciado en esa provincia.
En el caso de estos 17 animales, los montos pagados por los supuestos compradores ascienden a 8.600.000 de pesos. En su última estafa en la localidad de Romang se quedó con 5 toros valuados estimativamente en 1.200.000 pesos cada uno. A eso se puede sumar el valor de los reproductores de 2020 y la carga de alimento balanceado nunca abonada en nuestra región.
El rol de la justicia y los pasos legales
La suma es millonaria si contamos los casos conocidos. No se puede descartar que existan muchos otros sin conocerse. El interrogante sobre el rol de la justicia es inevitable, teniendo en cuenta que son tres ocasiones en que la policía o la guardia rural tomó conocimiento del accionar de F.B. Y al menos dos veces que un fiscal ordenó allanar y secuestrar animales o notificar al responsable los cargos que se le imputan.
Reconquista.com.ar charló con un profesional y la conclusión es que las mediaciones como la que relata Chicherit, no tienen utilidad. Un estafador que se niega a reconocer su acto, no cambiará de postura en la mediación, en caso de presentarse. Y si no se presenta, el siguiente paso para las víctimas es iniciar el juicio por daños y perjuicios. En definitiva y como bien lo decía Chicherit, el sistema obliga al estafado a ponerse en gasto de tiempo y de recursos con el solo fin de intentar recuperar lo que legítimamente le pertenece.
