Este fin de semana nos sorprendió (o no) la noticia que en una casa de campo, ubicada cerca del ex peaje, había sido tomada por un delincuente. Hirió con arma de fuego a su dueño y a un policía. Estuvo atrincherado en la vivienda más de tres horas.
Barros Pazos: tomó una vivienda rural e hirió a su dueño y un policía
El dueño, Gonzalo Sartor, fue herido con escopeta y está internado, recuperándose, poco a poco. Por la misma situación pasa el policía Aguirre, quien fue operado. El delincuente, por su parte, fue reducido tras más de tres horas de lucha con la policía.
Patiño había sido detenido, y puesto en libertad a las horas, por un robo en Calchaquí. Esto sucedió unos días antes de tomar la vivienda de los Sartor.
Ahora, Ramiro Sartor, hermano de Gonzalo, publicó una imagen en Instagram, acompañada de un extenso texto en el que exige justicia y reflexiona sobre el país que tenemos. «Nos llama mi hermano @gonzalosartorittig diciendo que fue a la casa del campo, encontró un desorden a fuera y pensó habían robado y se habrían ido, al abrir la puerta recibió un disparo a quemarropa, alcanza a huir y con la ayuda de un personal de control vial va al hospital, de camino nos pide avisemos a la policía», comienza el joven.
«Fuimos atravesando las 2 ciudades -vive en Avellaneda-, pasó casi 20 min desde el llamado, encontramos el patrullero de camino a la casa imaginando no habría nadie, habían cerrado la puerta nuevamente y encendido la luz interior, al intentar ingresar otro escopetazo que le da al oficial Mario Aguirre. ¿Premeditado?, se pregunta en la publicación.
«Llegan refuerzos y no se entregaba, después de varias horas de demora, los policías recién tiene autorización para poder proceder con grupo táctico. Primero intentando negociar a lo que nunca respondió, posteriormente con gases y nada, al ingresar la fuerza son recibidos con disparos en varías oportunidades, finalmente pueden reducirlo…», culmina el relato de los hechos.
Luego, escribe una reflexión y cuenta algunos detalles del accionar del delincuente. «¿Reflexión? Esperó para disparar a quemarropa sin importar la vida ajena. Desconectó alarmas y cámaras. Armó la escopeta que estaba desarmada en diferentes partes de la casa.
Hoy le tocó a un hermano y un policía, el agresor es una persona que fue liberada hace 8 días por un robo en una Fundación próxima a nuestra ciudad.
¿Tenemos que acostumbrarnos a que los delincuente ingresen por una puerta giratoria y salgan? ¿La fuerza policial no puede actuar con dos personas heridas?
¿El grupo policial de choque que ingresó como última opción tiene conocimiento que se van a enfrentar a una persona que los espera con arma de fuego y tienen que afrontarlo solo con balas de goma? Si los disparos al oficial y mi hno eran 30 cm más arriba hoy no lo contarían.
¿Quién es la persona que en realidad tiene que tener mas derechos?
Esperemos la justicia actúe», finaliza Ramiro Sartor.
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