Estas últimas horas nació una nueva polémica en la ciudad. Esta vez con Habana Social Club, un clásico boliche bailable ubicado en el casco céntrico de Reconquista.
Ante reiterados idas y vueltas y expectativas, los dueños hablaron. En su cuenta de Instagram emitieron un comunicado que explica que el local tiene varias denuncias por ruidos molestos de parte de una sola vecina, que vive a 100 metros del lugar. Sí, una sola persona denunció el local. Fue inhabilitado en la parte trasera (el boliche en sí) por este motivo.
Esta denuncia se apoya en que en 2021 se sancionó una ordenanza que prohíbe habilitar nuevos boliches o bares en el centro de Reconquista por la misma movilización que generan: música, personas en estado de ebriedad (que suelen causar problemas), exceso de automóviles, etc.
Los dueños del local trabajaban igual, a pesar de la prohibición, al mismo tiempo que buscaban -están en ello- generar una ordenanza de excepción para continuar con la movida porque la construcción data desde antes del 2021. Sin embargo, los dueños explican que no todos los concejales están de acuerdo en habilitar la extensión del boliche, aunque tenga paneles aislantes de sonido. La fachada está aprobada por el ingeniero Carlos Castellani, secretario de Obras Públicas de la municipalidad.
La problemática no se cierra aquí porque la denuncia también aduce que tiene «temor e inseguridad», insinuando que podría recibir represalias por el acto. Desde Habana justifican: «No, vecina. Lo único que queremos es que nos dejen seguir trabajando, a nuestra familia y a las personas que trabajan en HSC.»
De ahora en más queda en suspensión qué sucederá con el boliche, según qué decidan los concejales.
En la última sesión, celebrada el 30 de noviembre, se conversó acerca de la denuncia de la mujer. «Tenemos que escuchar a los vecinos, para ver qué quieren. Vamos a dejar pendiente -el dictamen- para tener una conversación con el Ejecutivo. De paso, evaluar si se puede modificar la ordenanza», comentó Natalia Capparelli.
Fedra Buseghin, por su parte, apoyó la idea de su colega. «Entiendo que amerita charlar directamente con los vecinos de la misma manzana y las contiguas. Que cuenten sus experiencias», afirmó. Y agregó que: «Debemos ser muy cautos con las decisiones que tomamos y escuchar a todas las partes.»
Buseghin remarcó que varias familias viven de ese trabajo en ese local en específico y que no se puede tomar una decisión a las apuradas. Estudian modificar normativas y ser más estrictos con los ordenamientos. Prioriza que los jóvenes estén cuidados en la ciudad.
Adolfo Maggio lo pensó desde el ordenamiento urbano, pensando en la ciudad a futuro y pide al ejecutivo que revea este punto en particular. «Debemos buscar una alternativa sin que afecte la vida de los vecinos», sugirió Maggio, que no quiere causar daño a ninguna de las partes.
Fueron los únicos tres que se pronunciaron en esa sesión, por el momento. Se puede ver en el video a partir del minuto 48:10.