Los Regonat – Braidot son reconocidos en Reconquista y Avellaneda por una historia de dolor, fuerza y superación. En julio de 2019 Lorenzo (5), hijo de Mariano y Claudia, estaba jugando en el patio trasero de su casa, cuando se golpeó la cabeza y ya no volvió a abrir los ojos. Había sufrido un neurisma cerebral.
Ante la incertidumbre de qué pasaría con el pequeño y con el corazón en sus manos, los padres decidieron desconectarlo y donar sus órganos. Zaira, de Santa Cruz, y Luna, de Buenos Aires, hoy pueden tener una mejor calidad de vida gracias a la fortaleza de los Regonat-Braidot.
Ahora, el milagro llegó para la familia nuevamente porque nació Ignacio, hermano de Lorenzo. Como dice Fito Paez en El amor después del amor: Me hice fuerte ahí, donde nunca vi; nadie puede decirme quién soy. Yo lo sé muy bien, que aprendí a querer el perfume que lleva el dolor.
Ignacio nació esta mañana, muy temprano, cerca de las 7.30 horas. Pesó 3.230 y midió 50 centímetros. Está en buen estado de salud, al igual que su mamá, Claudia.
Desde acá les deseamos a los tres la mayor felicidad del mundo.